• La Hospitalidad ultima el viaje a Lourdes

    Pacientes, personal sanitario, peregrinos y voluntarios se embarcarán un año más en un viaje que les cura el alma para sobrellevar la enfermedad. Más de 235 personas saldrán el 15 de junio desde la estación de Albacete rumbo a Lourdes en el conocido como Tren de la Esperanza. El 7 de mayo se cierra el tradicional rastrillo y del 8 al 26 de mayo se registrarán las inscripciones en la Parroquia de Franciscanos. Este año se cumple un siglo de la razón de ser de este viaje, una peregrinación a la que Albacete se sumó hace más de cuatro décadas.

    No hay que olvidar que este viaje lo organiza la Hospitalidad de Lourdes de Albacete, que nació hace 46 años. Como esta organización, hay medio centenar en España y miles en todo el mundo. Todas recogen el testigo de una joven de 14 años, Bernardette, a la que se le apareció la Virgen. Entre el 11 de febrero y el 16 de julio de 1858, la Iglesia reconoce 18 apariciones. Precisamente, en la gruta donde tuvieron lugar, brotó inesperadamente una fuente a cuya agua se le atribuyen propiedades milagrosas.

    Desde el siglo XIX, la peregrinación de enfermos a Lourdes ha sido multitudinaria, de ahí que muy pronto surgieran voluntarios para acompañarlos y atenderlos, tanto en su viaje como durante su estancia en este pueblo francés. Así surgieron las hospitalidades y la tradición de viajar una vez al año.

    La Hospitalidad de Albacete, ligada a la Diócesis, viaja con enfermos de Asprona, San Vicente de Paúl o El Cotolengo. A estos fieles los acompañan voluntarios que tienen desde 3 años hasta más de 90. Todos van con su uniforme, blanco y azul, y se reparten tareas que van desde llevar el agua, empujar sillas y camillas o vigilar la salud de los enfermos.

    La peregrinación de este año, según ha explicado la médico Pilar Álvarez-Valdés, se retrasa de mayo a junio para contar con un mayor número de jóvenes. Además, por primera vez el viaje se hará de día para que, después de más de doce horas de tren, los enfermos puedan descansar al llegar a su destino.