• La mala suerte también mata

    MEMENOTICIA Quemaduras, envenenamientos, caídas accidentales o ahogamientos. La mala suerte también mata, ya sea por coger la botella equivocada, por descuidar un fuego o por un simple despiste.

    Si hay una verdad totalmente objetiva, esa es la certeza, de que, tarde o temprano, todos moriremos. Lo complicado es saber cómo y cuándo. En este punto, los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) dan todos los años alguna pista al contabilizar las causas de muerte. Es decir, al tratar de apuntar de qué morimos. Y se muere de incontables enfermedades, pero también de mala suerte.

    Lo que más mata a los albaceteños, con diferencia, por encima del cáncer, son las enfermedades derivadas del sistema circulatorio. Aquí las víctimas suelen ayudar con obesidad y sedentarismo, pero hay otras cifras, muy llamativas, que responden sin lugar a dudas a la mala suerte. Las últimas estadísticas hechas públicas, las de 2013, advierten de que 62 albaceteños murieron de caídas accidentales, 16 de ahogamientos varios, cuatro de accidentes con fuego, nueve de envenenamientos accidentales y más de una veintena de accidentes de tráfico y transporte.

     

    Más de 60 personas murieron en un año por caídas accidentales y nueve por envenenamientos

     

    Te puedes morir de viejo, como le sucede a cada año a más de una docena de albaceteños, pero es más probable que te mate una mala caída, un veneno o un incendio. Aunque las leyendas urbanas insistan en que, como en casa no se está en ningún sitio, nadie está a salvo de un accidente doméstico. Si nos remontamos al año 2000, el número de víctimas por causas externas se mantiene.