• La memoria de Narciso: entre flor y mito

    El Autor

    Dr. Alejandro Santiago González

    Conservador del Jardín Botánico de Castilla-La Mancha

    www.jardinbotanico-clm.com 

    El otro día, me vi en la tesitura de hacer de guía de un nutrido grupo de visitantes a nuestro Jardín Botánico. Sin ser esta mi actividad natural en el jardín, eché mano de mis mejores artes de Cicerone y afronté la tarea con entusiasmo. Tanto es así, que buscando la necesaria reciprocidad en la actividad y para evitar el tedio que producen los latinajos, comencé a formular diversas cuestiones, a mi heterogéneo público, que me ayudaran a introducir las propiedades curativas de las plantas. He de decir que la visita transcurría con notable éxito, a pesar de lo desapacible de la mañana, cuando llegamos a la zona de las amarilidáceas, anarcisos_botanico_albacetel género Narcissus.

    Los narcisos son unas hermosas monocotiledóneas bulbosas cuya floración puede empezar a disfrutarse en marzo y son de gran interés desde el punto de vista medicinal, por lo que me pareció más que adecuado, en esa gélida mañana de marzo, recrearme en su inspiradora floración y refiriéndome al mítico Narciso me atreví a preguntar:

    -¿Alguien sabe quién  fue Narciso? (silencio expectante) … ¿Os suena la palabra narcisista?

    Tras un breve silencio contestó una de las asistentes de unos 15 o 16 años, con inusitada vehemencia:

    -Si, si…uno que odia a todo el mundo … uno racista …

    Y entre la algarabía de sus compañeros se elevó una voz juvenil y aclaratoria:

    -Que no tía…que eso es un “nazis”.

    Entre miradas de soslayo y sonrisas maliciosas de los más veteranos que aguantaban discretamente la risa, me abstuve de hacer comentario alguno sobre las ideas nacional socialistas de nuestro mitológico personaje y me atreví a proseguir con la explicación.narcisos_botanico_flor

    Puesto que todos somos ignorantes, pero ignoramos distintas cosas, me animo a escribir estas líneas, para aclarar que la palabra Narciso tiene la misma raíz que narcótico (del griego Narke utilizado para plantas que adormecen o paralizan). Y, por lo tanto, el nombre de la flor fue anterior al mito y hacía referencia a las propiedades de los alcaloides de su bulbo. Así que, con las correrías de Narciso, los desamores de la ninfa Eco y la maldición de la diosa Némesis los antiguos griegos no hacían otra cosa que explicar el curioso hábito de esta planta de vivir cerca de láminas de agua, inclinando extrañamente su flor hacia abajo como mirándose en ella.

    La variedad química de los alcaloides de los narcisos es tal, que llegan a ser específicos de cada especie y la gran mayoría tienen aplicaciones antivíricas, bacteriostáticas, sedantes…y los usos medicinales de su cebolla fueron registrados desde muy antiguo por Dioscórides y Plinio.

    Los alcaloides de los narcisos tienen propiedades antivíricas y sedantes

    En la actualidad esta flor es la planta nacional de Irlanda y la segunda ornamental, en generación de ingresos en Europa, comercio controlado por Holanda. Es de gran interés farmacéutico por contener Galantamina, que ayuda a reparar los factores cognitivos afectados por la condición degenerativa en la enfermedad de Alzheimer y se utiliza  como un nootrópico para mejorar el pensamiento abstracto y la memoria.

    Aludiendo a las capacidades para mejorar la memoria y el conocimiento de estas plantas, debemos saber que el centro de especiación u origen de las especies silvestres no es Holanda, ni Irlanda, sino la península Ibérica. Por lo que, no debería dar lugar la ignorancia de sus virtudes, a repetir con la Galantamina el error del siglo XVII cuando cedimos a comerciantes holandeses narcisos y tulipanes (si, el primer tulipán entro en Europa por España, pero eso es otra historia).

    Animo a la conservación y a la investigación sobre estas plantas que tanta potencialidad medicinal esconden bajo tierra

    La ignorancia y desprecio por lo nuestro permitió la explotación de este recurso tan ibérico, que a la postre ha generado pingües beneficios para otros más avispados. Por lo que me veo en la obligación de aludir a la sensatez, animando a la conservación y a la investigación sobre estas plantas que tanta potencialidad medicinal esconden bajo tierra.