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El dolor es uno de los trastornos que más afecta y preocupa a las personas y es uno de los síntomas que con mayor frecuencia motiva una consulta médica. Según algunos estudios, uno de cada seis españoles, el 17% de la población, sufre dolor crónico, aquel que perdura más de tres meses y que es considerado una enfermedad. Además, alrededor de la mitad de las consultas al médico de familia y de las visitas a urgencias tienen alguna relación con el dolor, que presenta una mayor prevalencia entre las mujeres.

“El dolor, como la respiración, es imprescindible para la vida y la supervivencia. El problema es cuando el dolor se cronifica y más que un síntoma puede considerarse una enfermedad en sí misma. La evidencia epidemiológica, procedente en su mayoría de los países desarrollados, ha demostrado que el dolor crónico es actualmente un problema generalizado de salud pública”, según explica el Dr. Martín Arcas Molina, anestesiólogo y responsable médico de la Unidad del Dolor de HLA El Rosario (Albacete).
De hecho, el dolor crónico es la causa más común de absentismo laboral en España y, aunque su coste económico total, tanto directo como indirecto, es difícil de calcular, algunos estudios estiman que podría alcanzar los 16.000 millones de euros anuales, en torno al 2,5% del PIB español2.
El 17% de los españoles sufre dolor crónico y los especialistas prevén que la cifra se incremente por el envejecimiento progresivo de la población
El Grupo HLA cuenta con una Unidad del Dolor
Junto a estas consecuencias sociales, el dolor tiene un fuerte impacto en la vida personal y familiar de las personas que lo sufren, que ven mermada su calidad de vida y su bienestar tanto físico como psicológico. Además, en muchas ocasiones los pacientes infravaloran la importancia del dolor, que asocian con un síntoma vinculado a otras enfermedades, y no conocen las posibilidades para acceder a un tratamiento que alivie el dolor y mejore su bienestar.
Investigación y nuevas técnicas
En este sentido, el Dr. Arcas destaca que “la investigación del dolor está en continuo desarrollo. Por ejemplo, en relación con los fármacos, en los últimos años se han desarrollado analgésicos antiinflamatorios y derivados de la morfina que disminuyen los efectos secundarios, que son los que limitan el éxito de la terapia y la adherencia de los pacientes a los tratamientos.
Otra gran esperanza en el campo del tratamiento del dolor es la investigación en genética: sabemos que hay pacientes que presentan una configuración genética que les hace más susceptibles al dolor y más resistentes a los tratamientos y el objetivo es desarrollar nuevos fármacos que nos permitan superar esas barreras”.
La terapia mediante radiofrecuencia térmica y pulsada y la estimulación eléctrica de la médula espinal bloquean el dolor
Además, se han desarrollado nuevas técnicas, entre ellas la terapia mediante radiofrecuencia térmica y pulsada y la estimulación eléctrica de la médula espinal.
“La radiofrecuencia bloquea de una manera más prolongada el paso del dolor por los nervios que si solo se hubiera administrado un anestésico local, mientras la estimulación eléctrica de la médula espinal consiste en el implante de electrodos alrededor de la médula que envían impulsos eléctricos que bloquean la señal dolorosa y activan vías inhibitorias del dolor. Esta técnica está consiguiendo grandes resultados en pacientes operados por hernia discal y que, pese a la cirugía, siguen sufriendo dolor”, explica el Dr. Arcas.
En pacientes oncológicos, el Dr. Arcas destaca la eficacia de la “bomba intratecal de morfina»
En el caso de los pacientes oncológicos con dolor no controlado con los tratamientos convencionales o con graves efectos secundarios de los fármacos, el responsable de la Unidad del Dolor de HLA El Rosario destaca la eficacia de la “bomba intratecal de morfina, que consigue la administración de morfina directamente al sistema nervioso central evitando la mayoría de los efectos secundarios de esta sustancia y con mayor eficacia”.
Igualmente, el Dr. Martín Arcas destaca que las técnicas y procedimientos diagnósticos, quirúrgicos y terapéuticos, como colonoscopias, gastroscopias o biopsias, que muchas veces provocan dolor a los pacientes, está evolucionando y cada vez es más habitual a la anestesia o la sedación para evitar sufrimiento o molestias innecesarias a los pacientes. Igualmente, cada vez se otorga más importancia al dolor postoperatorio. “El dolor agudo postoperatorio insuficientemente tratado provoca alargamiento de las estancias hospitalarias y el reingreso de pacientes, con los consiguientes costes para el sistema sanitario”, explica el especialista.
Más pacientes con dolor
A pesar de los avances en los tratamientos contra el dolor, el Dr. Arcas explica que, a medio plazo, la prevalencia de esta dolencia se incrementará: “Las causas de este aumento son variadas y entre ellas están el aumento de la esperanza de vida y el envejecimiento de la población o las patologías degenerativas relacionadas con cambios en los estilos de vida”.
No obstante, añade que “el desarrollo de nuevos fármacos sin, o al menos con menos, efectos secundarios; el avance de las técnicas intervencionistas mínimamente invasivas, mejorará la calidad de vida de las personas que sufren dolor”.
Unidad del Dolor del Grupo HLA
Del mismo modo, cada vez más hospitales cuentan con unidades especializadas para el tratamiento del dolor. Es el caso del Grupo HLA, que cuenta con una Unidad del Dolor para atender los síndromes dolorosos de carácter subagudo y crónico.
Esta unidad multidisciplinar, en la que trabajan especialistas de diferentes ámbitos (anestesistas, rehabilitadores, neurocirujanos, psicólogos, etc.) tiene entre sus objetivos el diagnóstico y el tratamiento de los síndromes dolorosos más severos, así como el tratamiento paliativo del dolor oncológico.
Sobre HLA Grupo Hospitalario
El Grupo Hospitalario HLA está compuesto por 15 hospitales integrados con 34 centros médicos multiespecialidad y una red de 35 unidades de referencia en tratamientos de última generación, 42 clínicas dentales, 11 unidades de reproducción asistida, 30 clínicas oftalmológicas dotadas de la más avanzada tecnología y 436 centros de análisis clínicos completan la estructura que HLA pone a disposición de sus pacientes.
Con 1.300 plazas de hospitalización, HLA es un referente en la atención hospitalaria y ambulante. Más de 35 años de experiencia y presencia en seis países configuran un modelo de atención que basa su filosofía en el trato humano, la excelencia, el liderazgo, la responsabilidad y la especialización.