• La monitorización de glucosa se extiende a toda la región

    Ahorra pinchazos a los niños con diabetes tipo 1, aquellos que dependen de inyectarse insulina  a diario porque su páncreas no la genera. Desde el 1 de octubre, Castilla-La Mancha facilita este sistema de monitorización continua de glucosa dentro de los productos financiados por el sistema público regional, lo que la convierte en la primera Comunidad Autónoma que facilita esta prestación asistencial en España.

    Los menores y sus familias pueden ver las mediciones registradas en el aparato, los avisos de tendencias de la glucosa, cómo les afecta el consumo de fruta o la práctica de actividades deportivas, o cuándo comienza a actuar la insulina, aspectos que contribuyen a un mejor control de la diabetes tipo 1.

    Así lo ha dado a conocer el portavoz del Gobierno regional, Nacho Hernando, en una rueda de prensa para informar de los acuerdos del Consejo de Gobierno, en la que ha subrayado que se trata de una medida “pionera” en España, que “supone un antes y un después” en la calidad de vida de los cerca de 700 menores con diabetes tipo 1, con edades comprendidas entre los 4 y 17 años, así como para su entorno familiar más cercano.

    Así, el portavoz del Ejecutivo autonómico ha subrayado que gracias a la monitorización continua de glucosa, “los padres tienen la tranquilidad de saber en cada momento los niveles de glucosa en sangre de sus hijos con sólo poner el medidor junto al sensor que tiene sobre el brazo, sin necesidad de pincharles para sacar sangre o despertarles mientras duermen, tal y como ocurre con los sistemas tradicionales”.

    Entre sus múltiples ventajas destacan también la facilidad a la hora de poner el sensor y cambiarlo. “Es indoloro y la medición se realiza de forma fácil, rápida y cómoda, incluso sobre la ropa, lo que facilita llevar a cabo esta tarea en cualquier momento y sin que apenas se note”, ha incidido el portavoz.

    Esta medida ha supuesto una inversión que ronda el millón de euros durante el primer año.

    Su implantación comenzó el pasado 1 de octubre en Toledo y ya se presta en toda la región, conforme a la prescripción que realice el facultativo correspondiente, según ha asegurado Hernando.

    Se estima que en torno al 13 por ciento de la población de Castila-La Mancha padece diabetes y que cerca del 6 por ciento podría padecerla sin saberlo. Así, ha explicado, desde el Gobierno regional “apostamos porque las personas tengan la posibilidad de adquirir un mayor control e protagonismo sobre su salud”.