Hace ya tiempo que España introdujo, como la mayoría de los países adelantados, la vacuna contra el virus del HPV, pero todavía se siguen produciendo comentarios, a veces incluso de profesionales sanitarios, sobre la conveniencia o no de vacunar.
Actualmente se encuentra introducida dentro del calendario vacunal, prueba evidente de que las autoridades sanitarias la consideran necesaria-efectiva. Incluso en algunos países (Austria, Islandia…) han propiciado la vacunación no sólo de niñas sino también de adolescentes masculinos.
En España se producen unos 3.000 casos de cáncer de cuello uterino provocado por este virus del papiloma o HPV, pero no todos ellos pueden producir tumores malignos, sino sólo algunos a los que llamamos de alto grado, de ahí que ya en algunos países se practique de forma rutinaria y de forma directa la determinación del virus en la mujer, evitando así hacer citologías de screening poblacional y haciendo un seguimiento más severo de aquellas que fueron portadoras de los virus más agresivos o virus oncológicos.
Hoy en día se recomienda la vacunación incluso a aquellas mujeres a las que se les detectan lesiones precancerosas en la idea de que ésta aumentara la inmunidad de los pacientes y por tanto a hiciera mayor resistencia a desarrollar el cáncer invasor de cuello uterino.
El virus del HPV es el culpable de las llamadas “verrugas” de la vulva
También el HPV es el culpable de las llamadas “verrugas” de la vulva que ocasionan un gran rechazo a las mujeres que las portan.
La opinión generalizada es que la vacuna es efectiva y recomendable, por tanto, el rechazo de algunos a administrarla no tendría explicación científica.
También se propone en hombres y mujeres adultos con promiscuidad sexual
Respecto al uso de las vacunas en las mujeres fuera de la adolescencia o edad juvenil, también se propone su administración en mujeres-hombres con promiscuidad sexual o cambio de pareja frecuente.
Todavía no hay información sobre si en el futuro habría que poner alguna dosis de recuerdo y se espera a hacer valoraciones posteriores.
Durante un tiempo pasado, trascendió en algunos medios que se habían observado efectos secundarios graves al vacunar, pero posteriormente las autoridades sanitarias lo desmintieron, siendo, por tanto, una de las vacunas más seguras y con pocos efectos secundarios.
En fin, cuando nos preguntan pacientes y madres de niñas en edad de vacunación, la respuesta es que hasta el día de hoy, las pruebas y estudios justifican su uso, y que producen el efecto deseado de disminuir las lesiones premalignas y, por lo tanto, previas al cáncer invasor uterino.