Castilla-La Mancha estrenaba Facultad de Medicina, en el Campus de Albacete, hace 20 años. Aquella primera promoción de alumnos, la que se enfrentó al MIR en el año 2005, se ha reunido este fin de semana allí donde empezó.
Los médicos han creado un grupo para comunicarse por teléfono en el que están 80 facultativos, pero han sido cincuenta los que han recorrido, dos décadas después, aquella primera Facultad de Medicina de Castilla-La Mancha. De la mano del decano, José Martínez, han visto los cambios y ampliaciones del centro albaceteño.
Al final, se han reunido 50 compañeros en un acto sencillo. Han comido juntos después de reencontrarse en la facultad con el fin de compartir las trayectorias de la última década.
Uno de los impulsores de la reunión, el pediatra Jorge Sotoca, ha venido desde Suecia. Y es que han llegado especialistas de todos los puntos de España y del extranjero, ya que de aquella primera promoción hay desde jefes de servicio hasta cirujanos pioneros, sin olvidar los que han tenido que salir de su país para encontrar estabilidad, prestigio y promoción laboral.
Comparten una formación excepcional y las consecuencias de haber alcanzado la especialidad en plena crisis
Comparten una formación excepcional, el orgullo de haberse formado en Albacete y la mala suerte de haber terminado la especialidad en plena crisis. Todos tienen trabajo, pero pocos de ellos cuentan con una plaza en la sanidad pública, porque las oposiciones han estado congeladas. De hecho, el año pasado se celebraba en Castilla-La Mancha el primer examen en ocho años para optar a una plaza en el Sescam.
Ellos fueron el experimento de un revolucionario sistema de estudios al que el tiempo ha dado la razón. Gracias al método albaceteño, basado en el autoaprendizaje y el trabajo diario, los alumnos de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) son los mejores en el temido examen MIR.
Pertenecen a la facultad imbatible en el temido examen MIR
Aquella facultad nació del compromiso político, pero también de la apuesta de un reducido grupo de profesores de universidad y de los médicos del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete, quienes, como asociados, han sido la columna vertebral sobre la que aún se sostiene todo el sistema de estudios.
También ha destacado el decano en numerosas ocasiones la importancia de aquellos primeros alumnos que se atrevieron con la facultad más joven de España para dar forma académica a su vocación.