• La realidad virtual llega a Cuidados Intensivos

    Parece ciencia ficción, pero es real. El personal sanitario se puede poner en el lugar del paciente, concretamente en el de los enfermos de Cuidados Intensivos. Y todo gracias a la realidad virtual. Una gafas permitirán ver y escuchar la incertidumbre, la soledad o el miedo que siente una persona a la que no le queda más remedio que dejarse llevar por los acontecimientos.

    La realidad virtual llega a Cuidados Intensivos
    Miguel Ángel García (con la gafas), Dolo Pardo y Mario Parreño.

    Y esto es sólo el principio. Esas mismas gafas de realidad virtual que postrarán en una cama al profesional sanitario, que le llevarán a vivir un accidente de tráfico y sus consecuencias, también podrán conseguir que el paciente vea a sus nietos, a sus hijos o a sus mascotas, que pasee por el parque o visite su casa. Para los niños ingresados, la realidad virtual puede suponer una visita al zoo mientras les ponen la quimioterapia.

    El personal sanitario experimentará el sufrimiento del paciente a través de unas gafas de realidad virtual

    Esta idea revolucionaria, que no ha hecho nada más que empezar, tiene su origen en un proyecto de investigación, “Al otro lado del paciente”, de los enfermeros Mario Parreño, Miguel Contreras, Paloma Díaz, Dolo Pardo y Miguel Ángel García. Inspirados por el movimiento de humanización de la UCI de Gabi Heras, le pidieron a los pacientes de Cuidados Intensivos que describieran su experiencia.

    Soledad, frío y miedo se repiten entre las sensaciones de los pacientes

    Personas que habían ingresado en la UCI de la Unidad de Reanimación del Complejo Hospitalario albaceteño, víctimas de múltiples traumatismos, repetían en sus descripciones las palabras frío, soledad o miedo después de meses de ingreso.

    A raíz de aquel trabajo, estos enfermeros pensaron que la realidad virtual podría tender puentes entre los pacientes y el personal sanitario. La casualidad les puso en contacto con la Fundación Biotyc, que se prestó a financiar la tecnología, y ésta, con César González, que es el experto en realidad virtual.

    Conforme la idea crecía, tomaba fuerza y ganaba apoyos, como los del jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos José María Jiménez Vizuete. Hasta el punto de que se sumó una escuela de teatro, la de la Universidad Popular de Albacete. Y es que con las gafas no es suficiente, hay que grabar esa ficción que se va a ver a través de ellas.

    En un futuro próximo, la experiencia se trasladará a los pacientes

    Así, para empezar, la apuesta por la realidad virtual ya tiene la tecnología y sabe qué siente el paciente. Ahora los actores darán forma a una ficción que se verá y sentirá en esas gafas de tres dimensiones. El personal sanitario podrá escuchar y ver todo lo que siente un paciente cuando todo el mundo, gente que no conoce, grita a su alrededor que está a punto de pararse, experimentará ese estado semiinconsciencia de la UCI, el despertar o el mismo momento del accidente de tráfico.

    Los niños podrán visitar el zoo mientras reciben la quimioterapia

    Y el objetivo es que la realidad virtual se extienda de la Unidad de Reanimación de Anestesia a otros servicios, como Pediatría. Será la enfermera Cristina Cañete quien traslade esta aventura con las nuevas tecnologías a los niños oncológicos. Si unas gafas pueden trasladarte a tu casa o al parque, por qué no ponértelas en el hospital.

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