• La región abrirá nuevas farmacias tras ocho años de parón

    No hay una nueva apertura desde el año 2009 y 148, de las 1.271 farmacias que hay en Castilla-La Mancha, reciben una subvención para sobrevivir. La Consejería de Sanidad ya ha anunciado que 2018 será el año que rompa la tendencia, con un concurso que abra la puerta a nuevas farmacias. Sin embargo, el presidente del Consejo de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de Castilla-La Mancha (COFCAM), Ignacio Romeo, considera que aún faltan numerosos pasos previos. 

    Romeo está de acuerdo con la Consejería de Sanidad en que son necesarias nuevas aperturas, sobre todo en zonas de expansión como en el Corredor del Henares, en Guadalajara, pero hay un problema. La Ley de Ordenación que regula este proceso se modificó en 2015. Acto seguido, sin que diese tiempo a desarrollar los decretos que se apoyaban en esa norma, el Gobierno de Castilla-La Mancha cambió de signo político. Por tanto, antes de abrir la puerta a nuevas farmacias, hay que llevar a cabo modificaciones legislativas; dibujar un nuevo mapa sanitario y concretar el baremo de acceso a esas nuevas farmacias.

    A juicio de Romeo, siendo muy optimistas, la puerta a nuevas farmacias no se abriría hasta finales de 2018 o principios de 2019. Además, hay un punto muy importante para los colegios farmacéuticos, como es el caso de las boticas de viabilidad comprometida. El COFCAM tiene un acuerdo verbal con la Consejería de Sanidad en virtud del cual no se abrirían farmacias en núcleos poco poblados sino que contarían con botiquines.

    Y es que el año pasado recibieron apoyo económico de las arcas públicas un total de 148 oficinas de farmacia, la mayoría de Cuenca.

    Hace seis años, Castilla-La Mancha fue la primera Comunidad Autónoma en conceder este tipo de apoyo económico a la farmacia rural. Desde entonces, la mayoría de las boticas que reciben la compensación se encuentran en poblaciones con menos de 500 habitantes.

    En cuanto a los requisitos para acceder a las nuevas concesiones, Romeo ha recordado que se debe negociar y aprobar un baremo, pero se da por hecho que primarán la experiencia, el expediente académico y la formación de posgrado del farmacéutico que opte a ellas.