• La sanidad privada asume 4.000 cirugías del Sescam

    Los resultados del informe anual sobre los programas especiales para reducir las listas de espera en el ámbito del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha reflejan la derivación de 4.000 intervenciones quirúrgicas en un año. No obstante, no sólo se ha recurrido a la sanidad privada, también ha habido trasvase de pacientes dentro de la Región, como del Hospital General Universitario de Albacete al de Almansa o de Ciudad Real a Valdepeñas.

    “Más de 1.000 intervenciones se han hecho en área sanitarias diferentes a las de procedencia del paciente; de Toledo se han intervenido pacientes en Talavera y en Manzanares, de Albacete se han intervenido en Parapléjicos, de Ciudad Real en Valdepeñas”. Antes de presidir la presentación del doctor Juan Blas como nuevo gerente del Complejo Hospitalario de Toledo, el titular de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, ha recordado que cada tres meses presentará el informe sobre las derivaciones realizadas desde el sistema sanitario público regional.

    Atrás quedan las caravanas de ambulancias por las carreteras de Castilla-La Mancha hacia clínicas privadas de Madrid, algo que como saben se interrumpió de raíz”, ha dicho el consejero, quien ha afirmado que la revitalización de la sanidad regional se ha conseguido con más recursos humanos -1.042 nuevas plazas el año pasado-, con más estabilización en el empleo, con la renovación de los equipos de alta tecnología –7 nuevas resonancias magnéticas—y con la renovación de ciertas infraestructuras.

    Según los datos aportados por el consejero, la recuperación de la sanidad pública ha permitido que el año pasado no se derivara ninguna consulta externa y que en el ámbito quirúrgico se haya reducido a menos de la mitad. En el área de las técnicas diagnósticas, en el último trimestre de 2016 se realizaron más de 8.000 resonancias magnéticas a pacientes que antes hubieran sido derivados, según ha asegurado el consejero.

    En 2010, la atención sanitaria derivada a empresas privadas suponía un coste al Sescam de más de 191 millones de euros. En 2011, esta cifra subió a cerca de 202 millones de euros y, en 2012 el descenso fue drástico, situándose en 145,6 millones de euros. Los conciertos con la sanidad privada se fueron reduciendo hasta 2015, cuando se quedaron en 123,2 millones de euros.

    El gráfico explica la evolución presupuestaria de derivaciones a la sanidad privada desde 2010.