• La sanidad privada, “muleta” de las listas de espera

    Al cierre de abril, las listas de espera “oficiales” se situaron en 96.185 pacientes, 37.968 correspondían a lista de espera quirúrgica, 49.159 a pacientes pendientes de una primera consulta con el especialista y 9.058 a la lista de técnicas diagnósticas. Para tratar de paliar esta situación, durante el primer trimestre del año, el Sescam derivó a 1.836 pacientes de Castilla-La Mancha a la sanidad privada para operarse, la mayoría a Traumatología, Oftalmología y Cirugía General. No obstante, el dato no deja de ser un parche para el talón de Aquiles, unas listas que, aunque se reducen según las estadísticas del Sescam, desesperan a los más de 96.000 enfermos que las padecen.

    Toledo y Albacete son las provincias que más dependen de los quirófanos de la sanidad privada. Así, de los 8.348 pacientes derivados en 2014, 3.088 eran albaceteños y 2.903 toledanos. En 2017, se derivaron 4.449 pacientes de Castilla-La Mancha y este primer trimestre la cifra fue de 1.836 pacientes.

    Desde que el Gobierno regional, con las transferencias, cogió las riendas de la sanidad, la Ley 8/2000 de 30 de noviembre permite al Sescam convenios o conciertos para prestar servicios sanitarios con medios ajenos. Así, el presupuesto público para sanidad privada llegó a superar, en 2011, los 200 millones de euros.

    En 2010, la atención sanitaria derivada a empresas privadas suponía un coste al Sescam de más de 191 millones de euros. En 2011, esta cifra subió a cerca de 202 millones de euros y, en 2012, con el cambio de Gobierno en Castilla-La Mancha y los recortes, el descenso fue drástico, situándose en 145,6 millones de euros.

    Más de 96.000 pacientes del Sescam estaban en las listas de espera en abril

    Los conciertos con la sanidad privada se han ido reduciendo paulatinamente hasta rondar los 120 millones de euros. No obstante, si  las derivaciones por cirugías siempre se han contado a miles, más llamativas han sido las de pruebas diagnósticas, con más de 61.000 pacientes en 2015.

    Prueba de que pública y privada han sido un binomio en la región es la cirugía cardiaca. En Albacete no existe este servicio como tal en el hospital público, por lo que se presta fruto de un convenio con la sanidad privada que cuenta con veinte años de historia.

    Sanidad presume de listas de espera y el PP anuncia una normativa para reducirlas

    Pero el caso es que, con ayuda de la privada o sin ella, las listas de espera siguen ahí. Todos los meses, la Consejería de Sanidad publica un comunicado de prensa diciendo que las listas se reducen, hablando de cifras históricas. Mientras tanto, el PP asegura en la oposición que es falso y anuncia una normativa que obligue a reducirlas. Y como simples espectadores, tanto los profesionales como los pacientes que llevan meses y hasta años de espera sienten que todos los mensajes políticos son brindis al sol que poco tienen que ver con la realidad. El PP ha llegado incluso a difundir el testimonio de pacientes que, cansados de esperar, han tenido que invertir sus ahorros en recurrir a la sanidad privada.