• La tartamudez no puede esperar

    La tartamudez se debe abordar entre los tres y los cinco años para tener éxito y entrar en la cartera de servicios de la sanidad pública, de ahí la importancia de que “los logopedas tengan mayor presencia en las instituciones sanitarias”, lo que únicamente es un compromiso del Ministerio de Sanidad que debería ir acompañado de otros, como que “la tartamudez sea una asignatura obligatoria en la carrera de Logopedia, porque los profesionales deben saber actuar”.

    El Hospital Ramón y Cajal de Madrid ha acogido la IV Jornada de Tartamudez en Edad Pediátrica y Adulta, organizada por la Fundación Española de la Tartamudez (TTM) y en la que ha colaborado el Colegio Profesional de Logopedas de la Comunidad de Madrid (CPLCM). Profesionales, afectados y familiares se han reunido para conocer de primera mano la realidad actual de la tartamudez y cómo debería ser el abordaje: detección, evaluación e intervención. Además, miembros de la Fundación han expuesto sus experiencias personales con el fin de promover un enriquecimiento mutuo.

    Durante la inauguración, la presidenta del CPLCM, Cristina Municio, ha recordado que la TTM fue una de las primeras organizaciones con las que el colegio comenzó a colaborar, “tenemos intereses comunes”, asegura. También ha puesto en valor la profesión logopeda: “La labor de los logopedas, en sus distintos ámbitos de intervención (educación, sanidad, servicios sociales), nadie la puede cuestionar”, por eso ha mostrado su preocupación porque desde la Administración Pública se convoquen plazas públicas y no se les tenga en cuenta.

    Municipio se ha dirigido a las personas con tartamudez y a sus familiares para expresarles que la entidad que preside está sensibilizada con sus necesidades, y que por ello realizan cursos sobre el abordaje de la tartamudez para logopedas. “La mejora, la investigación y la formación continua deben guiar los pasos de los profesionales”, ha apuntado.

    Por su parte, el presidente del la TTM, Adolfo Sánchez, ha subrayado que los niños son la prioridad de la Fundación. En concreto, ha reivindicado la necesidad de la detección precoz y la actuación rápida, “entre los tres y los cinco años para tener éxito”. En este sentido, ha afirmado: “Tenemos que conseguir que la tartamudez sea una asignatura obligatoria en la carrera de logopedia, porque los profesionales deben saber actuar”.

    El secretario general de Sanidad y Consumo del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, José Javier Castrodeza, que también ha estado presente en la inauguración, ha asegurado que el Gobierno de España tiene el compromiso de “avanzar en la atención y la corrección o solución de la tartamudez”, una alteración que, ha reconocido, “no está bien abordada en nuestro sistema”. Para ello, quieren incluir la tartamudez en la cartera de servicios con objeto de que “su abordaje no se vea como una excepcionalidad sino con normalidad”, ha referido Castrodeza. Asimismo, ha transmitido la intención del Ministerio de que “los logopedas tengan mayor presencia en las instituciones sanitarias”. “Son dos compromisos prácticos que pretendemos llevar a cabo a lo largo de este año”, ha afirmado. Por último, quieren crear un grupo de trabajo que ayude a mejorar el diagnóstico precoz en tartamudez y elabore protocolos para que “todos trabajamos con los mismos criterios”.