
Nuestro objetivo es La Yunquera, en Lezuza (Albacete), para pasear a lo largo de algo más de 10 kilómetros. Para ello, desde La Herrera seguimos a Tiriez por la AB-604. En Vandelaras de Arriba estacionamos para iniciar la ruta. Hoy nos concedemos algo fácil para irnos incorporando los convalecientes y la desentrenada. Cesi, Manu, Juan Antonio y Terto, somos los andarines de la tarde.

El terreno de monte bajo, sinuoso, con varias alturas de ochocientos y pico metros y vegetación mediterránea, donde proliferan chaparros, esparto y romero. Y extensos campos de labor, recientemente barbechados para la próxima siembra.
La zona para explorar es una franja cuyos límites son las carreteras de Balazote a Tiriez y de Tiriez a Barrax, en cuyo recorrido están Vandelaras de Arriba y de Abajo.
Dos senderistas estrenan botas, ¿mejor ajustadas o sueltas? y otro bastones, ¿de marcha nórdica o senderismo? Los paraguas forman parte del ajuar de la tarde, crónica anunciada y chaparrada en la partida, aunque lo que nos encontramos es ventolera de entrada y, finalmente, una tarde estupenda. La puesta de sol, para nota.

Vandelaras de Arriba y de Abajo
Entre las casas de Vandelaras de Arriba, luego nos dirán que aún vive aquí una pareja, subimos al primer cerro, muy cerca. Nos parecía, y confirmamos, que era una morra, con abundantes restos de cerámica y basamentos de piedra. La presencia de agua cercana y tierras para cultivar justifican el juego que propone la senderista del grupo, “de morra a morra y tiro por…”.
Aunque realmente tiramos por en medio del monte buscando los carriles que lo circundan. Atrás quedan Vandelaras de Abajo, vigilada por otra morra, y una pequeña colonia de oliveras que brillan bamboleadas por el aire.
Los comederos para perdices, con cebada y agua, también forman parte del paisaje. Algunos aleteos, aunque no se dejan ver, dan cuenta de su presencia, muy escasas en los tiempos que corren.



Los Llanos de Albacete, Chinchilla, MontPichel, el Castillo de Peñas de San Pedro, la Peña del Roble, el Cabeza de Mahoma, el Cabrón, conforman el paisaje de fondo, y hasta la Almenara si no fuera por las abundantes nubes, insignia de la tarde.
Entre tanto nos vamos agrupando y dispersando, eso sí, el mudito y la de las habilidades sociales no cesan de cascar. ¡Que tendrán que contarse!
El hombre brújula y el bardo exploran nuevos destinos por estas tierras para próximas jornadas, Mesa de Beatos (984 m), Cerro de La bandera (940). Casa Nueva, San Jose de la Montaña, Cuarto de las Chispas, Casa de La Guardiola, son aldeas de la zona, algunas de ellas en ruinas y otras con pedigrí.



Después de El Guijarral seguimos el camino que nos lleva a La Yunquera. A la entrada, Cesi y Manuel conversan con dos yunqueranos que los ponen al día de lugares y actividades de la zona. En la plaza de la ermita, Virgen de la Granada, tomamos el tentempié de la tarde. Y vamos a la quesería Cerro a comprarnos un queso tierno de oveja, que nos repartimos equitativamente en envases al vacío.
Donde Segundo y Almudena
Antes, hemos concertado nuestra vuelta al bar de La Yunquera. Ahora por carretera (AB-604) y siguiendo el GR 60, con una puesta de sol con cara de agua y encendido, que tiñe de naranjas y amarillos las nubes, vamos dejando atrás el Vallejo de la Yunquera, Casas del Pozo, Río Lezuza, Casa Nueva, Pozo de la Vega y llegamos a Vandelaras de Arriba, con escasa luz, para regresar al bar socio-cultural de La Yunquera, donde Segundo y Almudena nos esperan para ofrecernos sus tapas y finalmente, animarnos a probar su carajillo quemado; así, el coñac, pizca de corteza de limón, granos de café, azúcar y café descafeinado por aquello del sueño, se han ido mezclando (a mi gusto sólo ha faltado quemar también el azúcar).
La Herrera
Emocionados, iniciamos el regreso. Llegando a La Herrera, en medio de un entretenido debate, vemos en el otro carril de la carretera un enorme búho real. Alarmados, regresamos para ayudarle a quitarse de ahí, pero ya no está, ha adivinado nuestra intención, o ha agarrado al conejo, quedan algunos restos de la pellica, y se lo ha llevado a un sitio más seguro.
En nuestras siempre vivas discusiones, hoy no ha salido La Franja de Gaza, como nos recuerda el mudito, tal vez porque tenemos claro que no hay derecho a tanto terror. ¡No a las guerras y al terrorismo, y auxilio a los damnificados!
Hemos andado 10,4 kilómetros, en 3 horas. Etapa de transición y adaptación a las adversidades de la vida cotidiana.