• La zarzamora nos nutre de endorfinas

    El Autor

    Dr. Alejandro Santiago González

    Conservador del Jardín Botánico de Castilla-La Mancha

    www.jardinbotanico-clm.com 

    Como escribieron León y Quintero en su celebre copla … Llora la zarzamora, llora que llora por los rincones (en pos de una lectura interactiva, esta parte quedará más lucida si se tararea…) .

    Como decía, llora como anunciando el final del verano (que también me recuerda a otro éxito sesentero del dúo dinámico, pero conviene no ponernos pesados con la melomanía). 

    Los frutos de esta planta del género Rubus se tornan negros, como de luto, coincidiendo con la llegada del otoño y con los últimos coletazos del buen tiempo del veranillo de San Miguel. Y es entonces, cuando su negro es bien patente y los tonos rojizos han desaparecido de sus frutículos, cuando puede ser degustado sin peligro alguno este manjar de pajarillos.  

    Es “pensando” en los pajarillos por lo que esta zarza sarmentosa produce frutos que son en su mayor parte azúcares y agua.

    ¿Qué mejor socio encontraría una mata inmóvil que un ser volador, que por sus costumbres descansa cerca de ríos y puede diseminar sus semillas a cientos, sino a miles de kilómetros de la planta que las engendró?

    Y asimismo ¿Cuál sería mejor refugio para un pájaro agotado por los esfuerzos migratorios desde el continente africano al norte de Europa, que un matorral que le regala energéticos frutillos cargados de agua con la protección de un impenetrable laberinto de espinas? 

    La zarzamora provoca una subida de endorfinas debido su contenido en vitamina C y a su 7% de azúcares

    Pues sí, y como es costumbre en el ser humano en su avidez omnívora, asaltamos el festín ajeno con avidez y alegría (quizás solo truncada por el recuerdo que la zarzamora deja en el recolector poco hábil). Y produce en el humano el mismo efecto positivo que en el pajarete: una subida de endorfinas debido su contenido en vitamina C y a su 7% de azúcares y la promesa de energía fácil. 

    Se ha utilizado también para mejorar las hemorroides

    La zarzamora es apreciada desde antiguo por su utilidad medicinal dado su alto contenido en taninos, que presenta tanto en sus frutos como en brotes tiernos, ambos efectivos antidiarreicos. Habiendo sido usados también, para mejorar las hemorroides. En palabras de Dioscórides en su libro IV “ El cocimiento de sus tallos, bebido, restriñe el vientre y el menstruo…”

    Aunque atribuía, su fama en la Antigüedad, a algunas virtudes más prosaicas “La zarza es conocida de todos: aprieta, deseca y ennegrece el cabello” que apuntan a la preocupación singular de nuestra especie por las cosas serias y verdaderamente importantes… (y como decíamos al iniciar esta lectura en pos de la interactividad, acentúese el tono irónico de esta última frase.) 

    Por todo lo explicado y para disfrutar de los nada despreciables efectos beneficiosos de una escapada al campo con la familia, ninguna escusa mejor que la de salir a coger moras en las riberas del Júcar y degustar estas sanísimas “chuches” de la Madre Naturaleza. Recordando que debemos dejar algo para los pajarillos.

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