• Lectura analógica, aliada en el desarrollo infantil

    “La lectura analógica es mejor para el desarrollo cognitivo que aquella que se realiza en dispositivos electrónicos”. Así lo afirma la Dra. Mapi Mallada, pediatra de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap).


    “La lectura en papel mejora la retención y comprensión de la información, y los lectores recuerdan mejor lo que han leído en un libro físico, por la memoria visual”, explica.

    Estos argumentos principales son los que llevan a AEPap a aconsejar la lectura analógica, con independencia de la alfabetización digital, en todas las fases educativas.

    AEPap hace esta recomendación en el marco del Día Internacional del Libro Infantil 2025, que se celebra este 2 de abril, y en un contexto de análisis en la comunidad educativa sobre el uso de dispositivos electrónicos en las aulas.

    En este debate, la posición de AEPap, como representantes de los profesionales sanitarios más cercanos a la infancia, es recordar que la lectura analógica es insustituible. “La tecnología tiene su sitio en la formación, pero a la edad adecuada y en el tiempo de exposición adecuado”, señala la Dra Mallada. De acuerdo con las recomendaciones de la Asociación Española de Pediatría (AEP), los menores de seis años no deberían tener acceso a las pantallas y, por tanto, las clases de la etapa Infantil sí deberían prescindir de dispositivos electrónicos. A partir de Primaria, se deberían utilizar “en contenidos seleccionados y con el tiempo adecuado a cada edad”, asegura.

    Insustituible

    Más allá de las materias escolares, la Dra Mallada reitera que la lectura en papel se debe mantener y no se puede sustituir por tabletas, móviles e incluso libros electrónicos, aunque el título que se lea sea el mismo. Cita varios motivos por los que estos soportes no son intercambiables: “Lo primero es que el estímulo luminoso a través de la pantalla es más dañino para los ojos que leer en una hoja de papel. La lectura en papel no genera fatiga ocular como ocurre en las pantallas”.

    En segundo lugar, “los libros electrónicos para niños suelen acompañados de animación y a veces incluso de sonido, lo cual les atrapa mucho más la atención, pero no la concentración, que se puede mantener más tiempo en la lectura analógica”. Por último, “como el resto de la tecnología, un libro electrónico estimula el sentido de la vista, pero deja de estimular otros sentidos, como el del tacto, muy importante en los libros infantiles, y también desaparece la sensación de pasar las hojas y el sentimiento de que vamos llegando hacia el final de la historia”.

    En definitiva, “aunque tiene características especiales, el libro electrónico es una pantalla más, y tiene capacidad de crear una adicción digital que se haga extensiva al resto de las pantallas”, afirma la Dra. Mallada.

    Desarrollo integral

    AEPap recuerda también que la lectura en papel no sólo es recomendable desde el punto de vista académico, sino también para el desarrollo integral de la infancia. La promoción de la lectura puede comenzar incluso en etapas previas a la escolar, tal y como señala el Grupo de Prevención en la Infancia y Adolescencia (PrevInfad) de AEPap, pues estimula su desarrollo cerebral y afectivo. Su recomendación es la lectura compartida desde etapas precoces de la vida, incluso cuando los niños son bebés, estimula el desarrollo cerebral y afectivo, como

    La Dra Mallada coincide con esta recomendación y enumera algunos de los beneficios demostrados, como que “favorece el apego con los adultos que leen y estimula el aprendizaje de vocabulario”. En etapas posteriores, “el aumento del léxico en los niños lectores les da una gran ventaja en la escuela frente a los niños que no leen o a los que no se les ha leído en etapas anteriores”, afirma. Sin olvidar que “con los libros les podemos abrir el mundo a diferentes culturas, experiencias, situaciones que habitualmente no vemos porque no las tenemos alrededor. Leyendo aprenden lo que es la empatía e, incluso, a tomar decisiones”.

    Recogida de firmas

    Por otro lado, cabe destacar que más de 900 familias de Castilla-La Mancha han firmado en solo una semana una petición en Change.org para regular el uso de tabletas en las aulas. Preocupadas por su impacto en la salud y el rendimiento académico, piden a la Consejería de Educación límites claros para garantizar una enseñanza de calidad.

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