• Que la buena práctica de leer no afecte a la visión

    El Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas de España (CNOO) ha advertido que la población española no sigue los correctos hábitos de lectura para la protección de la visión, independientemente del formato papel o electrónico. Por ello, los ópticos-optometristas recomiendan seguir una serie de consejos relacionados con la ergonomía visual, como adoptar una postura erguida, parpadear con frecuencia, descansar los ojos unos minutos observando un objeto o paisaje lejano, y utilizar gafas o lentes de contacto para leer bajo prescripción.

    Que la buena práctica de leer no afecte a la visión

    Y es que, si no se siguen estas indicaciones a la hora de leer, “podemos percibir signos o síntomas como sequedad ocular, picor de ojos, visión doble o dolores de cabeza”, como explican desde el CNOO. Ante estos casos, el CNOO anima a acudir a un establecimiento sanitario de óptica para que el óptico-optometrista realice un examen visual completo y ofrezca la mejor solución para compensar este tipo de problemas.

    Algunas de estas manifestaciones, como la fatiga ocular, son propias del Síndrome Visual Informático (SVI), una afección muy común entre los que utilizan con asiduidad cualquier tipo de pantalla para leer, como libros electrónicos mal iluminados, tabletas, ordenadores y móviles, entre otros.

    Por este motivo, desde el CNOO se hace hincapié en el uso de soportes digitales homologados para la lectura y compensar con gafas o lentes de contacto defectos refractivos como la miopía, hipermetropía o astigmatismo, ya que “un mal uso prolongado de un dispositivo, unido a un defecto visual sin compensar, puede provocar fatiga visual, cefalea y mareos”, añade Martínez Moral.

    El libro electrónico, una opción recomendable

    Los ordenadores, tabletas y móviles son similares entre sí porque cuentan con pantallas que se iluminan, lo que supone un inconveniente para los ojos del usuario que tiene que mantener la mirada fija en una fuente de luz directa que provoca fatiga visual.

    Por el contrario, los libros electrónicos utilizan tinta electrónica, lo que significa que sus pantallas no están iluminadas, sino que ofrecen una imagen que debe ser iluminada desde fuera, al igual que ocurre con el papel. Por este motivo, la luz ambiental resulta clave para tener una visión cómoda. Sin embargo, “la lectura de un libro electrónico, ordenador o libro en papel, independientemente de si la pantalla está retroiluminada o no, puede provocar fatiga visual, por lo que los descansos cada cierto tiempo son recomendables”, matizan desde el CNOO.

    Consejos para una correcta lectura en dispositivos electrónicos

    Con objeto de evitar la fatiga ocular y otros problemas visuales derivados de unos malos hábitos de lectura, el CNOO recomienda seguir estos consejos, especialmente para aquellas personas que leen a través de pantallas:

    • Descansar 5 minutos por cada hora de lectura
    • Para relajar los músculos oculares, alternar la visión entre un objeto cercano y otro lejano cada 20 minutos (mirando por la ventana, por ejemplo)
    • Parpadear con frecuencia y, si existe sequedad, acudir al óptico-optometrista

    • Ajustar el brillo y contraste de la pantalla para que esté en consonancia con la iluminación de la habitación
    • Tratar de leer con la luz apropiada (mejor si es natural) y optar por una iluminación lateral para evitar los reflejos
    • Al leer en un monitor, aumentar la velocidad de refresco de la pantalla. Una cifra de 70-75 Hz se considera una buena medida para reducir la fatiga visual
    • Si se utiliza un libro electrónico, mantenerlo a unos 35-40 cm de distancia de los ojos
    • Ajustar el tamaño de la letra del dispositivo
    • No usar medios electrónicos si se está cansado
    • Acudir al óptico-optometrista si nota molestias o algún problema visual

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