Cruz Roja despliega un equipo con psicólogos en un pueblo devastado que sigue buscando desaparecidos
Letur (Albacete) amanece este jueves con la difícil tarea de buscar a cinco desaparecidos entre los cinco kilómetros que separan la rambla del río Segura. Además, el pueblo llora la muerte de una vecina mientras se enfrenta a una estampa irreconocible, la de una devastación que llegó en cuestión de minutos, de ahí la importancia del apoyo psicológico que está prestando Cruz Roja desde las once de la noche del fatídico martes 29 de octubre. Así, la psicóloga Guadalupe Rubio, responsable del equipo de atención psicosocial, ha advertido que «Letur sigue en estado de shock».
Imágenes: @guardiacivil_ab
La impotencia, la incertidumbre y el miedo, unidos al dolor por la fallecida y los cinco desaparecidos, han dado lugar «a una situación muy complicada porque el pueblo de Letur está muy afectado». En este contexto, como ha explicado Guadalupe Rubio, la labor de los psicólogos es muy importante, aunque se limite al acompañamiento emocional.
En estos momentos, la labor de los psicólogos se centra en los familiares de los desaparecidos, pero saben que también tendrán que ayudar a las cerca de 200 personas que forman parte de los equipos de rescate. Y es que las horas de trabajo, las dificultades para conciliar el sueño y apenas descansar para comer acaban por pasar factura en un escenario dantesco.
Los equipos de rescate también necesitan apoyo psicológico
El dispositivo emocional es necesario para que los habitantes, como quienes han acudido a ayudar a Letur en la búsqueda de sus desaparecidos, tengan una vía para descargar su pesar.
De la noche a la mañana, una descarga de lluvia nunca vista, de 200 litros por metros cuadrado, daba tal fuerza a la rambla de Letur que la fallecida encontrada ayer estaba a un kilómetro del punto donde desapareció. En esta situación, Guadalupe Rubio ha explicado que el proceso del pueblo es el de un duelo.
Hablar de ello
Ahora y a lo largo de las próximas semanas, los vecinos deberán hablar sobre lo ocurrido, compartir experiencias, desahogarse y pedir ayuda ante síntomas de ansiedad, miedos o problemas para conciliar el sueño. Y es que vivir un episodio como el del 29 de octubre puede llevar a un trastorno de estrés postraumático.
En total, Cruz Roja tiene a una veintena de voluntarios en Letur, en el centro escolar, donde la ONG ha conseguido dotar a la zona de un equipo de comunicación donde los vecinos acuden a conectar con sus familiares, ya que las líneas telefónicas siguen fallando.