• El lado más gratificante del día a día de una MIR

    Un diagnóstico certero en Neurología devuelve a un paciente el habla, el equilibrio y la estabilidad emocional

    Entrevistar a la Dra Lidia Sánchez Morales ha sido una odisea, porque encontrar un respiro en el día a día de una médico interno residente (MIR) forma parte de la ciencia ficción, pero, finalmente, ha podido explicar a Diario Sanitario el motivo por el que, a pesar de todo, merece la pena. Acaba de ganar un premio, aunque, para ella, lo importante es que detrás de ese reconocimiento hay un paciente que ha mejorado, recuperando el habla, el equilibrio y la estabilidad emocional.

    El diagnóstico certero de Lidia Sánchez en Neurología devuelve a un paciente el habla, el equilibrio y la estabilidad emocional.
    Lidia Sánchez, en el centro, junto a Sandra Sánchez y Francisco Hernández.

    La Dra Lidia Sánchez, con el apoyo de los doctores Sandra Sánchez y Francisco Hernández, ha ganado el VII Concurso de Casos Clínicos para Residentes de Castilla-La Mancha

    El paciente llegó con dificultades en el habla y al caminar, la boca torcida y visión doble. Además, era víctima de una gran tristeza. Lo que a todas luces parecía un ictus, en manos de Lidia Sánchez, que entonces era residente de primer año de Neurología, y de los doctores Sandra Sánchez y Francisco Hernández, se convirtió en dos enfermedades poco frecuentes que se trataron con corticoides e inmunoglubulinas.

    Al final, entre los tres comprobaron que este enfermo, con un sistema inmunológico débil por un cáncer de la sangre en esos momentos controlado, había pasado recientemente una gastroenteritis. La infección había vuelto loco al sistema inmune, que presa de una tormenta de citoquinas, se había puesto a atacar sin orden ni concierto a su propio cuerpo.

    En la actualidad, la Dra Lidia Sánchez es residente de tercer año del Servicio de Neurología del Dr Tomás Segura y acaba de resultar ganadora del VII Concurso de Casos Clínicos para Residentes de Castilla-La Mancha, en una categoría en la que ella y su compañera Sandra Sánchez competían con más de cuarenta trabajos basados en casos clínicos.

    Vocación

    Cartagenera, Sánchez estudió en la Universidad de Murcia, pero fascinada por la maquinaria perfecta que considera que es el cuerpo humano, recaló en el Servicio de Neurología de Albacete para tratar de abordar el cerebro y el sistema nervioso, los mandos de esa maquinaria.

    Jamás había pisado esta ciudad hasta que visitó el Servicio de Neurología. Ahora está enganchada tanto a Albacete como al equipo con el que trabaja. Le gusta que cada día sea diferente; no parar hasta dar con la tecla que ayude a sus pacientes. El mejor premio es saber que ese paciente, cuyo caso acabó en un concurso, salió del Hospital General Universitario de Albacete sin los síntomas que lo llevaron a Urgencias.

    Comentar

    Su dirección de correo electrónico no será publicada.Los campos necesarios están marcados *

    *