Una región como Castilla-La Mancha, con dos facultades de Medicina y hospitales universitarios en sus cinco provincias, tiene que regular la presencia de estudiantes y MIR. Nuevos protocolos obligan a informar al paciente de que hay alumnos o residentes en su proceso, a que vayan identificados, a limitar su número en las habitaciones y a que se pida el consentimiento verbal del enfermo para que el estudiante entre en la habitación.
Se trata de un protocolo de la Comisión de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud del que se han hecho eco los servicios jurídicos de hospitales como el Nacional de Parapléjicos. Y es que el texto hace hincapié en el derecho a un trato digno y a una actuación supervisada del personal en formación.
De hecho, hay advertencias que van allá de los alumnos: “Todas las personas (alumnos, profesionales sanitarios y no sanitarios) que participen de alguna manera en un proceso asistencial deberán respetar la intimidad y dignidad de los pacientes, adoptando actitudes que se ajusten a las normas de cortesía y amabilidad generalmente aceptadas y utilizando un lenguaje adecuado”.
El paciente tiene derecho a saber
Además, el paciente tiene derecho a saber quiénes son los profesionales que están en la habitación, en la consulta o en Urgencias. Alumnos y residentes llevarán una tarjeta, en un lugar visible, donde tendrán que estar bien identificados.
No obstante, son los hospitales y los centros de salud los que tienen la obligación de promover los comportamientos éticos entre su personal en formación. Deben dar a conocer el funcionamiento de los comités de ética, pero también asegurarse de que los estudiantes han trabajado con pacientes simulados antes de enfrentarse con el mundo real.
El historial del paciente
El alumno de Medicina no podrá acceder al historial del paciente sin la autorización de éste y, en el caso del residente, sus tutores tendrán que preocuparse de que se salvaguarde la confidencialidad en todo momento.
Aunque el enfermo se preste a colaborar en la formación de los estudiantes, el número de los mismos no es ilimitado. El protocolo dice textualmente: “Salvo supuestos especiales consentidos por el paciente y para preservar la intimidad de éste, durante los actos clínicos que se realicen en presencia del mismo, no deberán estar presentes más de tres residentes”.
Dejar constancia
Asimismo, “cuando por motivos de urgencia vital se precise la intervención de un residente sin que en ese momento pueda ser supervisado (de forma presencial o no, dependiendo del año de residencia y circunstancias de cada caso), estará obligado a dejar constancia de su intervención en la historia clínica, dando cuenta de su actuación tanto a sus tutores como a los especialistas de la unidad asistencial en la que se ha producido la urgencia”.
Este documento es crucial ya que Castilla-La Mancha tiene centros acreditados para la formación sanitaria especializada en sus cinco provincias.