Carta de la pediatra Marisa Buedo con motivo de la jubilación de dos compañeros, los doctores Miguel Lillo y Montse Ortega
Nos toca despedir a dos grandes compañeros dentro y fuera de los camerinos.
Creo que tengo el honor de decir que ellos me han visto crecer entre las paredes del hospital, pero me han hecho un poco más grande fuera.
Miguel, gracias por este legado maravilloso que son “Los Guachis”. Gracias por descubrir ante mí el poder de la magia que se esconde en una sonrisa. Gracias por dejarme ir a tu lado aprendiendo mucho más, si cabe, de la vida que de la Pediatría.
Montse, compartir contigo las mañanas de planta ha sido un bonito regalo. Gracias por tu paciencia, infinita, y por la experiencia que ha significado trabajar a tu lado. Gracias a los dos, vuestro hueco queda en nuestros corazones pediatras.
Y para acabar, una frase que creo que os representa: “Si das mucho es porque eres mucho, nadie da de lo que no tiene”. Y vosotros, compañeros y sin embargo amigos, nos habéis dado mucho.