• “La relación médico y paciente engancha”

    Amiga y compañera del Dr Cepillo, la pediatra albacetense Marisa Buedo coge el testigo de su mentor, el Dr Lillo, al frente de la Red de Expertos y Profesionales de Oncohematología Pediátrica del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam). Entre sus objetivos están unificar protocolos ante el cáncer infantil, que Albacete y Toledo trabajen de la mano, que funcione un comité regional de tumores y, ante todo, llegar a la mejor calidad asistencial.

    Marisa Buedo

    La Dra Marisa Buedo quiere que Toledo y Albacete trabajen de la mano en Oncohematología Pediátrica

    Tiene la formación de una experta veterana, la cara de una niña y la edad de una mujer. Con 34 años, esta doctora formada en la Facultad de Medicina de Albacete, especializada en el Complejo Hospitalario Universitario de Albacete, en el Hospital Niño Jesús de Madrid y en Londres, tiene la responsabilidad de coordinar el tratamiento del cáncer infantil en Castilla-La Mancha. Profesora en la Universidad de Castilla-La Mancha y tutora de residentes, nunca se imaginó en Oncología, pero ahora ha visto que “la relación entre médico y paciente engancha”.

    Una pediatra “guachi”

    Y es que la Dra Marisa Buedo no se ha conformado con asumir la responsabilidad de un cargo regional, ser profesora de universidad, tutora de residentes y adjunto en la planta de Oncohematología Pediátrica, también es “guachi”, lo que significa que, al salir del trabajo, cuelga la bata y se va con sus pacientes y sus familias a cantar y bailar para preparar el musical de todos los años. La relación con pacientes y familiares no se corta nunca, una falta de desconexión que si bien para unos puede ser una losa, para ella es lo mejor de su trabajo. “Mi motivación diaria es ver crecer a mis pacientes”.

    Formada en Oncología, Hematología y Pediatría, esta médico, profesora y artista aficionada, atesora otro título, el de amiga y “cómplice” de la Asociación de Familias de Niños con Cáncer de Castilla-La Mancha (Afanion).

    El legado de los dotores Lillo y Cepillo

    Ha aprendido de la profesionalidad y calidad humana de los doctores Cepillo y Lillo y sólo tiene una aspiración: “seguir su legado”. Por este motivo, se ha propuesto que los más de 50 niños que se enfrentan a un cáncer en Castilla-La Mancha tengan la mejor de las atenciones. Buedo quiere fomentar el trabajo en red, que la unidades de oncohematología pediátrica de Albacete y Toledo vayan de la mano en un comité regional que tomé las mejores decisiones para estos pacientes.

    Marisa Buedo espera que una Medicina que cada año trata al cáncer con mayor precisión acabe por cronificarlo y curarlo. Y es que si hoy se superan el 85% de los cánceres infantiles, hace 20 años sólo lo conseguía el 65%.

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