Varios andarines de Diario Sanitario regresamos un sábado pletóricamente primaveral de mayo a las paradisíacas estribaciones de la Almenara, recuerden el pico más alto de la sierra de Alcaraz con sus mayúsculos 1.796 metros, a tiro de piedra del Cortijo de Tortas, una simbólica aldea de Paterna del Madera. Y lo hacemos con un triplete de objetivos en la mochila. A saber. Visitar el Chorraero. Contemplar el Tejo Viejo. Y recorrer la Cuerda Larga.
Cerca de 22 kilómetros de ensueño
Un tres en uno que da forma y fuerza a una larguísima excursión, de casi 22 kilómetros, casi 600 metros de desnivel y cinco horas en movimiento en latitudes que oscilan entre los 1.300 y los más de 1.700 metros. Toda una procesión que será una bendición para nuestros sentidos y una carga para nuestras piernas en esa lucha pertinaz de esta sección por el senderismo y contra el sedentarismo.
Un poquito antes de llegar a Tortijo de Tortas nos desviamos camino de Masegosillo. Aquí arrancamos ruta y aquí empezamos, de sopetón, una inmisericorde ascensión hasta el Mirador de la Juanfría. Es un escenario perfecto para contemplar y poner nombre a todo lo que nos rodea. Ahí tenemos, a la derecha, el paraje o cuesta de las Ceberas, donde abundan los acebos. Y en el horizonte el cerro de los Tornero y el Pico de la Cabeza, todos adornados por esbeltos ejemplares de pinus negra o pino laricio. Y debajo de este mirador se esconde el Chorraero, una gran cascada de agua que conforma una vívida postal en plena sierra de Alcaraz.
Así, abrumados por este espectáculo de agua, seguimos marcha para pasar, primero, por la fuente de la Fuenfría y seguir ascendiendo y ascendiendo durante dos kilómetros hasta alcanzar el refugio de Lagunilla. Sorprende esta inusitada meseta bañada por el verdor primaveral, atiborrada de pinos por doquier y dominada por la colosal montaña blanca de piedras desnudas que tenemos ante nuestros ojos.
Hacia el Tejo Viejo
Este paraje deslumbrante parece marcarnos un alto en el camino antes de emprender la enésima subida del día. Zigzagueando por momentos, ascendiendo sin más por otros, contemplando poderosos troncos en otras ocasiones y cautivándonos por una senda compleja en plena umbría alcanzamos uno de los hitos de esta ruta. Se trata del Tejo Viejo, uno de los árboles singulares de la provincia y todo un coloso milenario de casi quince metros de diámetro de copa que se agarra poderosamente a la ladera de la montaña para deleite de los visitantes.
La Cuerda Larga
Tras esta visita obligada, desandamos parte de la senda para coger la Cuerda Larga, una magnífica pasarela montañosa de casi tres kilómetros de longitud salpicada de puntales a más de 1.700 metros de altitud.
Acompañándonos de unas poderosas vistas de toda la sierra superamos el Puntal de Torca Roya, alcanzamos los Altos del Pedregal y tomamos las antenas que nos anticipan, al fondo, la Almenara, el pico de picos en estas impresionantes latitudes.
La bajada a la fuente del Pie de los Muchachos y la posterior senda por el barranco del ciervo parecen pan comido para regresar, jubilosos, a nuestro punto de partida en una de esas rutas que hacen afición.