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Sin datos públicos sobre la presión hospitalaria o la incidencia COVID en mayores de 60 años desde el 12 de abril, la mascarilla se retira este 20 de abril en España, y lo hace sin el beneplácito de los epidemiólogos. La Sociedad Española de Epidemiología no entiende las prisas. Sin embargo, la medida irá al Consejo de Ministros de hoy y entrará en vigor este 20 de abril, una vez publicada en el BOE.
La mascarilla permanecerá en el ámbito sanitario, en las residencias y en el transporte
“El anuncio de la retirada de mascarillas en interiores en una fecha determinada, sin que sepamos a priori cómo estará la situación en ese momento del futuro próximo, no puede ser una medida basada en la evidencia de la situación epidemiológica de ese momento, sino en otras cuestiones”, advertía antes de Semana Santa la Sociedad Española de Epidemiología, que no entiende las prisas para bajar las barreras de contención del virus.
Hay que tener en cuenta que aún se desconocen todos los detalles. Así, pendientes de que el Boletín Oficial del Estado dé todos los pormenores del cambio, la mascarilla dejará de ser obligatoria, pero se mantendrá en tres ámbitos, en el transporte público, en el ámbito sanitario, lo que incluye a las farmacias, y en las residencias.
Para los epidemiólogos, la mascarilla es un elemento físico y psicológico. “El uso de la mascarilla en interiores es una medida muy icónica, y muy visible, y su eliminación también transmite el mensaje de que ya no hay necesidad de ninguna medida”.
La ventilación también es clave
En este contexto, los expertos recuerdan que la clave está en que “quienes no son vulnerables protejan a quienes sí lo son con su comportamiento”. Así, los epidemiólogos consideran “muy conveniente” que, en determinadas situaciones, se mantuviera el uso de mascarillas en interiores. También hacen hincapié en otras medidas que tienden a olvidarse, como la ventilación o evitar aglomeraciones en espacios cerrados.
