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Los fumadores de Castilla-La Mancha se han gastado hasta julio más de 307 millones de euros en tabaco, una adicción que mata más que el COVID al tiempo que asfixia al sistema sanitario y a sus víctimas. Por provincias, Albacete ha superado los primeros siete meses del año los 59 millones de euros en tabaco; Ciudad Real, los 72 millones; Cuenca, los 33 millones; Guadalajara, los 39 millones y Toledo, los 103 millones. Y no, los impuestos sobre el tabaco no compensan el gasto sanitario que genera. Así, lo más llamativo de esta factura, que va en aumento, es el coste sanitario que genera: 8.000 millones de euros al año en España, según el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo.
- Gasto en tabaco hasta el 31 de julio
- Castilla-La Mancha: 307. 939.784 euros.
- Albacete: 59.162.876 euros.
- Toledo: 103.551.113 euros.
- Cuenca: 33.303.792 euros.
- Guadalajara: 39.015.672 euros.
- Ciudad Real: 72.906.421.
- Fuente: Comisionado para el Mercado de Tabacos.
El gasto en tabaco, en aumento
El tabaco sale cada día más caro para la salud y el bolsillo. Sin embargo, ahí sigue. Si el año pasado los fumadores de Castilla-La Mancha invirtieron en esta adicción más de 301 millones de euros hasta julio, este año han superado los 307 millones. Las sociedades científicas no se cansan de repetir sus consecuencias, pero los jóvenes se siguen enganchando.
La Sociedad Española de Neurología lo tiene claro. Al menos un 80% de los casos de ictus, o incluso un 90%, podrían evitarse eliminando el consumo de tabaco y alcohol, llevando una dieta adecuada, evitando el sedentarismo y la obesidad. También se evitarían con un tratamiento y seguimiento adecuado de enfermedades como hipertensión arterial, diabetes, hipercolesterolemia, fibrilación auricular u otras enfermedades vasculares.
Por su parte, la Sociedad Española de Neumología, que ve a diario como enfermedades como la EPOC ahogan a sus pacientes, pide como soluciones la subida del precio del tabaco, prohibir el consumo en espacios públicos abiertos, instaurar el empaquetado genérico, regular la venta, consumo y publicidad de los cigarrillos electrónicos y promover la asistencia sanitaria a los fumadores para que abandonen el consumo.
Todas las especialidades médicas; las enfermeras, que quieren desterrar el tabaco de los coches; los dentistas, que quieren prevenir el cáncer entre un sinfín de enfermedades o los psicólogos forman parte del frente sanitario contra el tabaco.
