
El coordinador del Código Ictus en Castilla-La Mancha, el doctor Óscar Ayo, ha sido el encargado de presentar los datos actuales y posibles acciones de mejora en la estrategia para asegurar que los pacientes reciban tratamiento con mayor inmediatez. «Cada minuto cuenta en la atención del ictus para maximizar la recuperación y minimizar las secuelas», ha afirmado, subrayando la necesidad de un sistema de atención ágil y coordinado.

En la misma línea, el director general de Asistencia Sanitaria del Sescam, Ibrahim Hernández, ha asegurado que el ictus representa un «desafío crucial» para Castilla-La Mancha» dada la dispersión de la Comunidad Autónoma y, aunque en los últimos años se han producido importantes mejoras en la atención a esta patología, es necesario seguir focalizando esfuerzos para reducir tanto su incidencia como su mortalidad.
Hernández participaba en la apertura de la jornada sobre ‘Código Ictus’ en Castilla-La Mancha, que se ha celebrado recientemente en Alcázar de San Juan, y que ha reunido a cerca de un centenar profesionales del ámbito sanitario para dar a conocer el procedimiento de actuación e intervención coordinado para la atención del paciente con Código Ictus en la región, analizar y optimizar el protocolo de actuación ante esta emergencia sanitaria.
La Comunidad Autónoma cuenta con unidades de referencia en los hospitales de Albacete y Toledo, donde se lleva a cabo la trombectomía mecánica, además de siete centros hospitalarios que ofrecen el tratamiento integral que comienza tras la valoración clínica y posterior activación del Código Ictus, continuando con una prueba de imagen y el tratamiento trombolítico intravenoso.
Urgencias y emergencias
Durante una reunión administrativa, a la que han asistido también el director gerente de Urgencias, Emergencias y Transporte Sanitario (GUETS), Alberto López Ballesteros y el de la Gerencia de Atención Integrada de Alcázar de San Juan, Lucas Salcedo, expertos en ictus han discutido mejoras para el Código Ictus regional.
Al activarse el Código Ictus, se movilizan recursos de emergencia y se sigue un protocolo específico para asegurar una atención urgente y adecuada, con el objetivo de minimizar el daño cerebral, optimizar los resultados del tratamiento y trasladar rápidamente al paciente al hospital adecuado.
Así, este protocolo coordina el servicio de emergencias extrahospitalarias con todos los centros encargados de tratar a los pacientes con ictus para su diagnóstico y tratamiento definitivo, incluyendo trombolisis intravenosa y trombectomía mecánica en hospitales clave de la región.