• MIR, ante todo, no hagas daño

    El Autor

    Vicente Calatayud

    Neurocirujano

    El 23 de junio de 2017 fue un día importante, muy importante para un grupo de jóvenes que terminaban sus estudios de Medicina en Albacete. Era el final del primer ciclo, el segundo tuvo lugar el día 10 de febrero, día de nervios otra vez, día en el que se decidieron los sueños, los anhelos, las ilusiones de todos aquellos que el día 23 de junio habían gritado de alegría porque sus días de sufrimiento por la carrera habían acabado.

    El día 10/02/2018 se acabó sufrir por el MIR, ese MIR que ha sido extremadamente difícil, ese fue el día que marcara vuestro destino laboral, ese fatídico o venturoso día que permitirá que podáis elegir o tengáis que conformaros con la especialidad que marcará el resto de vuestra vida.

    Cuando erais estudiantes y rotasteis por nuestra especialidad, Neurocirugía, os preguntaba qué haríais al final, casi nadie lo dijo, pero en unos días tendréis, debéis elegir, no os queda más remedio, es la única forma que tiene el sistema de permitiros acceder a un puesto de formación y especialización, un puesto de trabajo que será lo que en la mayoría de los casos os acompañará hasta el final de vuestra vida laboral.

    Una vez hecha vuestra elección, una vez que por fin tengáis en la mano el destino elegido, comenzará de verdad el camino por lo que tanto esfuerzo habéis puesto, empezaréis a ser médicos y especialistas, vais a aprender a decidir qué es bueno y qué es malo para el paciente, vais a empezar a aprender a saber leer entre líneas cuando el paciente os hable, os cuente lo que le pase, sus dolores, sus miedos. Vais a comenzar a aprender que vosotros sois responsables de las respuestas que dais a sus demandas, no será siempre fácil. Tendréis que aprender a sobrellevar el fracaso de los tratamientos sencillamente porque el ser humano es un ser caduco, todavía no se ha conseguido el ser amortal, aunque se está detrás de ello.

    Tendréis que aprender a contar, llevar y sobrellevar las limitaciones del sistema sanitario del que dentro de poco formareis parte.

    Vienen tiempos que no somos capaces de vislumbrar, la tecnología avanza más deprisa de lo que nunca hemos sido capaces de imaginar, pero detrás o delante, depende como se mire, no olvidéis que sois humanos, y eso es primordial, en cualquier momento podéis estar al otro lado de la mesa, encima de la mesa de quirófano, dejar de ser el sujeto que ordena par ser el objeto sobre el que se ejercen las acciones.

    Es una profesión, en todas sus ramas, emocionante, apasionante, sólo os deseo una buena elección y como ya os dije en vuestra graduación:

    Siguiendo a Henry Marsh “Do No Harms” (No hagas daño, Hipócrates de Kos 460d.c.)

    “Every surgeon carries  within himself  a small cemetry, where from to time to time he goes to pray – a place of bitterness of regret, where he must look for a explanation for his failures” (Rene Leriche, La philosohie de la chirurugie1951).