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La localidad albaceteña de Carcelén, de apenas 500 habitantes, ha recuperado en 2021 una tradición de más de dos siglos de antigüedad, la de’ Los Montones’, interrumpida por la pandemia. Y lo ha hecho para homenajear al personal sanitario. Si el año pasado iluminó su cima de la piedra del mediodía en honor de las víctimas del COVID, este año ha encendido sus ‘montones’ para que el fuego ilumine al personal sanitario frente a la pandemia.
La cima de la piedra del mediodía ha brillado en 2020 por las víctimas del COVID y en 2021 por el personal sanitario
Y es que Carcelén, un pueblo de singular encanto por su castillo, sus gentes y entorno natural, celebra cada 23 de agosto Los Montones y la Carrera de las Antorchas. Se trata de un espectáculo de luz y fuego con más de dos siglos de antigüedad.
En 2020, debido a la pandemia, Carcelén cambió la tradición por tres haces de luz que encendieron la piedra del mediodía donde se deberían haber prendido los montones. Aquel emotivo gesto, se dedicó a las víctimas del coronavirus. El pueblo se había mantenido a salvo, pero era más que consciente de la tragedia que había vivido el resto de la provincia.
Carcelén, que cosió mascarillas desde el primer día para proteger a residencias y personal sanitario, se enfrentó a los primeros casos de COVID en enero de 2021. Así, la alcaldesa, María Dolores Gómez, decidió recuperar los montones con una simbología especial, dedicando el gesto al personal sanitario, pero suspendió la carrera de las antorchas.
Tres sanitarias como icono y los montones como homenaje
Prender los tres montones de leña e iluminar la piedra del medio día en la noche del 23 de agosto se convertía en una señal al mundo, pero el pueblo quiso personalizarlo en su farmacéutica, Paloma García Villena; su enfermera de referencia, Mercedes Villaseñor, y su médico, la Dra Pilar Hernández Cano.
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