• Y hasta aquí te podemos tratar…

    El Autor

    Miguel Ángel Molina

    Paciente

    Siempre he echado en falta la sinceridad por parte de algunos profesionales sanitarios. No me gustan los circunloquios ni los eufemismos, salvo si hablamos de literatura. En la consulta creo que hay que ser claro. No solo en el diagnóstico, sino también en la clase y los tiempos del tratamiento. Y creo que en este punto las cosas están cambiando. No sé los motivos, él más lógico es que los médicos deben estar hastiados. De la sobrecarga, la falta de medios y las demoras, esas famosas listas de espera.

    mujer mastectomizada rehabilitación

    Como muestra un botón. Mujer de 39 años mastectomizada por un cáncer de mama que acude por segunda vez a consulta de rehabilitación. Tras ser examinada, se comprueba que el dolor en el brazo afectado por la operación persiste y que se aprecian al tacto “cordones”. Aquí es cuando tengo que recurrir a breastcancer.org para aclarar el tema, conocido como síndrome de red axilar, una red de estructuras gruesas similares a una soga debajo de la piel de la parte interna del brazo. Los terapeutas especializados en el linfedema suelen llamar a estas estructuras “cordones”. Si se presentan, los cordones suelen aparecer desde varios días hasta varias semanas después de la cirugía, si bien ha habido casos particulares en que se manifestaron muchos meses más tarde. Pues bien, dado que la paciente ya ha recibido tras la operación tratamiento rehabilitador, aunque el problema sigue ahí, no volverá a ser atendida por dicho servicio. No por capricho de la profesional que la atiende, sino porque tienen mucha gente a la que atender con problemas más graves.

    No es una cuestión de listas de espera, es una cuestión de expulsión de las listas

    Aplaudo que se expliquen los “porqués” y se hable con claridad. No es una cuestión de listas de espera, es una cuestión de expulsión de las listas. El servicio sanitario público de salud, aunque reconoce que el problema no se ha erradicado, te da una patada en el culo. El sistema ya no está en la UCI, sino muerto y enterrado. Ahora la paciente solo tiene dos opciones: pagarse un tratamiento privado si dispone de medios o ver como su salud se deteriora por falta de ellos. Terrible.

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