• Nerpio, entre la vía ferrata y Las Cabras

    El profesor de la Facultad de Enfermería Rigoberto López propone Nerpio con la vía ferrata y Las Cabras para disfrutar y desterrar el sedentarismo

    El Autor

    Rigoberto López Honrubia

    Profesor de Psicología de la Salud en la Facultad de Enfermería

    📷 Fotografías: Luis Enrique Aguilar y Carlos Navarro

    El grupo senderista Sosquil ha protagonizado una actividad diferente que incluyó senderismo, montaña, vía ferrata, gastronomía, ruta guiada y buen rollo, durante dos días y con base en Nerpio. En la extraordinaria organización han mediado Daniel Sancha, diputado provincial de Deportes, Ana, concejal de Nerpio (la ciudad del amor) y Jose Ángel, guía Sosquil.

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    • La vía ferrata supuso el aperitivo para Las Cabras, punto insigne de Nerpio.

    El sábado, a las 6 de la mañana, 28 senderistas acudieron a la convocatoria, varios por primera vez y contando con representación joven. Después de cabecear durante tres horas en autobús llegaron a Nerpio, instalándose en el Camping de las Nogueras.

    Tras el desayuno, se fueron a realizar las actividades previamente elegidas, excursión o vía ferrata, ambas por donde discurre el río Taibilla entre acantilados, El Zarzalar. Una de ellas incluía un repunte de adrenalina y sensaciones intensas. El grupo excursionista terminó pronto y le dio un giro a su planificación acabando de cañas a la Plaza Mayor, en tanto los otros atravesaban el puente tibetano o se tiraban como locos por la tirolina chillando de miedo y de gusto.

    Cocido, nueces y música

    Tras la comida en el restaurante del camping, después del cocido y sacrificando la siesta, fueron hasta el Ayuntamiento donde esperaban el alcalde y la concejal de Deportes para darles la bienvenida y obsequiarles con algunos productos típicos, como tortas de manteca con nueces y música de Las Cuadrillas.

    Y continuaron con una divertida visita guiada por el pueblo amenizada por Luci/Lucifer, amante y defensora de su pueblo, su naturaleza y cultura, y critica con la falta de ajuste entre el desarrollo local y la conservación del patrimonio histórico-artístico. Da la impresión de que el turismo rural y de ocio en contacto con la naturaleza es uno de los puntos fuertes en este pueblo.

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    Y llegó el tapeo para la cena, en un lugar peculiar donde puede verse en el suelo la maquinaria del antiguo molino, aunque hoy el riego fue con quintos y vino de Ontur, pueblo del sosquil más joven, Ángel, entre risas generosas. Para terminar la jornada y según preferencias, continuó con el hermanamiento con los lugareños o retirada a sus aposentos.

    El domingo amaneció pronto para algunos. En los bungalows se compartieron sueño, ronquidos, somniloquios y otros ruidos. Tras el desayuno, el autobús dejó a la cordada en Fuente Carrasca, desde donde se abordaría el reto de subir el techo de la provincia. Miguel Ángel, el conductor, no quiso perderse la ruta que había sido calentada los días previos. Entendimos que tendríamos medirnos las fuerzas y darnos resuellos.

    Preparados para lo que surja

    Nos habían prevenido para pertrecharnos con calzado específico ya que abundan piedras sueltas en tramos de mucha pendiente, puntiagudas en los calares y profusión de cojines de monja. Y con la incógnita del tiempo, podría llover y hasta nevar en la cumbre.

    Pero lo cierto es que tras pasar La Fuente se empinó la senda y empezó a sobrar ropa y solo en las paradas de altura habría que volver a abrigarse. Los sexagenarios del grupo cerraban la trocha, y por si acaso Jacin les acompañaba, pero ¡cómo no!, salen en la foto del Pico de Las Cabras. Algunos andarines contaron luego que sus corazones se manifestaron con demasiada potencia, pero que tras saltar el collado la cosa cambió.

    La Sierra de las Cabras y sus picos (El Calderón 2071, La Atalaya 2083, Las Cabras 2081), resultaron terrazas accesibles para contemplar la Reserva Natural Sierra de las Cabras, serranías, montañas y picos como La Sagra, Cazorla, Remolcadores, Mentiras y hasta la Sierra Nevada, dicen algunos. También La Puebla de Don Fadrique, Huéscar y los cortijos del Puerto y San José.

    El espectáculo estaba servido, la niebla acompañó buena parte de la ruta, pero se iban abriendo claros para que pudiéramos quedarnos boquiabiertos con estos parajes por donde dice la leyenda camparon los últimos lobos negros. Sólo faltó que Alejandra, quebrantahuesos de estas montañas, hiciera su aparición, pero será en la próxima.

    Calma y buen humor

    Ante tanta hermosura las manos se empezaron a unir y se inició la repetición de un mantra, sílaba sagrada om, que a algunos les conectó con la vibración de la naturaleza, no exenta de humor y apertura. Y ahora a desandar por el mismo itinerario (El Cagasero 2043 y Cacarines 2018, formaban parte de la planificación circular de la ruta, pero se descolgaron para otra ocasión), y tal vez lo más duro para algunos dada la pendiente. Pero como llevábamos psicólogas, nos lo tomamos con calma y buen humor.

    Han sido casi 7 kilómetros de distancia, con un desnivel de 601 m, en 4,30 horas. Y otra vez autobús, restaurante y viaje de vuelta a casa.  

    Así termina un fin de semana en Nerpio, con vía ferrata y Las Cabras, con compañerismo y aventura. En fin, una experiencia diferente, extraordinaria y de las que se recuerdan. Y como dice Jose Ángel, ¡Qué bien nos lo estamos pasando!  

    ▶️ Aquí puede adentrarse en la sección ‘Senderismo’

    📍Puede seguir la ruta en Wikiloc

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