• Neuroglía, investigación para salvar neuronas

    Buscan mecanismos para frenar la muerte cerebral o fórmulas para recuperar aquello que ha quedado inerte en la sustancia gris. El equipo de los profesores Pedro Tranque y Miriam Fernández, del Instituto de Investigación en Discapacidades Neurológicas (IDINE) centra su trabajo, al que avala más de una década de resultados, en las células gliales, los “guardaespaldas” que acompañan a las neuronas.

    Y es que la célula glial es fundamental, porque, además de servir de escudo, actúa como madre de la neurona, la protege y alimenta. La clave está en que esta célula puede ser un arma contra el alzhéimer y un sinfín de enfermedades neurodegenerativas. Pero hay que encontrar el término medio, si su respuesta es excesiva, puede matar a la neurona. Este equipo del IDINE, con sede en la Facultad de Medicina de Albacete, trata de averiguar cómo funciona la glía para manipularla de forma beneficiosa.

    El grupo formado por los profesores de la Facultad de Medicina Pedro Tranque y Miriam Fernández; la investigadora predoctoral Belén Calvo; las técnicos Carmen Cifuentes, Vanesa Guijarro y Gema Rodríguez; la estudiante de máster Nuria Navarro y la profesora titular Soledad Calvo está inmerso en un proyecto con más de una década de recorrido. Trabaja en una primera fase de laboratorio, de investigación básica, pero este grupo aspira al segundo escalón, que supondría desarrollar un fármaco capaz de proteger y reparar neuronas.

    De momento, este equipo compitió a nivel nacional y logró financiación del Ministerio de Economía y Competitividad, lo que le da garantías hasta el año 2018, pero la espada de Damocles siempre está ahí, el riesgo de que un año la competencia sea tal que se pierda la financiación y con ella más de una década de trabajo.

    Los investigadores principales del grupo Neuroglía son profesores de la Facultad de Medicina, lo que les da estabilidad, pero el proyecto necesita contratar a un equipo preparado y una fuerte inversión en material. Desde que la Consejería de Educación dejó de apoyar a los investigadores de Castilla-La Mancha, estos perdieron esa segunda vía necesaria, ese plan B por si algún año no conseguían financiación nacional o europea.

    Hasta 2018, centrarán sus esfuerzos en esclarecer las rutas de señalización que posibilitan la supervivencia neuronal en distintas neuropatologías, así como la regeneración del tejido nervioso; poniendo un interés especial en las células gliales por su implicación central en la fisiología y patología cerebrales.

    Este grupo cuenta con financiación dentro de un programa nacional para analizar una novedosa vía de inactivación de la quinasa GSK3β por p38MAPK. En esta línea, este equipo pretende aportar conocimientos sobre la regulación por GSK3β  de la supervivencia neuronal en respuesta a estímulos nocivos, así como la implicación de esta quinasa en la neurogénesis que tiene lugar tanto en el cerebro embrionario como en el adulto.

    Investiga también la función y mecanismos de acción de NFAT, así como analiza los procesos inflamatorios que tienen lugar en una patología con una fuerte implicación de células gliales como es la esclerosis múltiple (EM). Utilizando un modelo murino de esta enfermedad, el equipo del IDINE ha encontrado evidencias de que la alteración de la vía de NOTCH tiene profundas consecuencias sobre el avance de la enfermedad y la activación glial en esta patología inflamatoria.

    Para sus trabajos, el grupo cuenta con diversas cepas de ratones transgénicos y con modelos “in vivo” de enfermedades del sistema nervioso. Además, recurre a cultivos de células precursoras neurales, de células gliales y de neuronas. Sobre estos cultivos induce la expresión de proteínas mediante infecciones virales. Las técnicas que más usa son la microscopía fluorescente y confocal, “Western blot”, citometría de flujo y RT-PCR.

    Estos investigadores se enfrentan, como el resto de sus compañeros, a un panorama complicado. Sin horarios, con éxitos inciertos, sin estabilidad y rozando el mileurismo. Han perdido la red de la Consejería de Educación, pero los investigadores son equilibristas profesionales, de esos que no tiran la toalla. Aunque el futuro dé vértigo, la adrenalina de dar un paso hacia una cura puede más, engancha.