El que se anunció como el hospital más grande de Europa, el nuevo hospital de Toledo, ya tiene cerrado su plan de mudanza, que hoy ha presentado el Gobierno de Castilla-La Mancha. No obstante, estas instalaciones, anunciadas durante más de una década, no son extrañas para la provincia, ya que el año pasado tuvieron incluso visitas guiadas. Aunque sujeta a la evolución de la pandemia, está previsto que el hospital empiece la mudanza, en dos fases, el 16 noviembre.
El traslado no terminará antes del mes de junio de 2021
El Plan de Traslado al nuevo Hospital Universitario de Toledo arrancará el 16 de noviembre y se prolongará hasta principios del mes de junio del año que viene, tal y como ha explicado hoy el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, ante el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, en un acto celebrado en el Palacio de Fuensalida en el que ha estado acompañado por la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, el presidente de la Diputación de Toledo, Álvaro Gutiérrez, así como representantes del SESCAM y de Colegios Oficiales del ámbito sanitario.
Tal y como ha indicado Fernández Sanz, el desarrollo del traslado se ha planificado en dos fases diferenciadas por la complejidad de la actividad asistencial y la autonomía de las áreas a trasladar. Así, en la primera fase se han incluido áreas asistenciales con actividad ambulatoria y de un nivel de complejidad baja o media/baja, además de servicios no asistenciales como áreas administrativas y de gestión.
A la hora de definir las áreas que se trasladan durante esta fase se han tenido en cuenta cinco criterios fundamentales. En primer lugar, que la actividad sea relativamente autónoma y no altamente dependiente de servicios aún no trasladados; que la actividad pueda llevarse a cabo con seguridad para los pacientes y los profesionales; la irreversibilidad, es decir, que el área que se traslada cesa su actividad en el hospital de origen; una distribución razonable para aprovechar sinergias y consenso con los profesionales implicados.
Primera Fase: entre el 16 de noviembre y el 4 de diciembre
Dentro de la primera fase se han diferenciado a su vez dos etapas. La etapa 1, en la que se han incluido las áreas de Rehabilitación, Consultas de Medicina Interna; Consultas de Reumatología, Consultas de Endocrinología, Consultas de Anestesia, Hospital de Día Médico y Unidad Metabólica. Ya en la segunda etapa, se procederá al traslado de las Consultas de Dermatología, Digestivo, Neumología, Neurología y de Pediatría y sus especialidades.
El Plan de Traslado previsto contempla el inicio del traslado del primer servicio (Rehabilitación) en el periodo comprendido entre el 16 de noviembre y el 4 de diciembre. Con una cadencia de más o menos una semana, se irá produciendo el traslado de todas las áreas mencionadas anteriormente, finalizando esta primera fase en la semana del 22 al 26 de febrero, con el traslado de las Consultas de Pediatría y sus especialidades.
Segunda Fase: entre el 12 y el 23 de abril
Por otra parte, en la segunda fase se han incluido el resto de áreas asistenciales que realizan actividad ambulatoria así como no ambulatoria y con un nivel de complejidad medio y alto. En este caso se han seguido igualmente criterios de seguridad, irreversibilidad, distribución física y consenso con los profesionales a la hora de definir el orden de las áreas que se trasladan en esta fase.
Dentro de esta fase se han diferenciado a su vez tres etapas. En la primera se ha previsto el traslado de los servicios de Diagnóstico por Imagen, Laboratorios y Farmacia; en la etapa dos, el resto de Consultas Externas, Diálisis, Hospitales de Día Oncohematológico y Pediátrico, Bloque Obstétrico y Esterilización, Hospitalización Pediátrica, Hospitalización Gineco-Obstétrica, UCI Neonatal y Pediátrica. Y, finalmente, en la tercera etapa, las áreas de Hemodinámica, Hospitalización convencional, UCI adultos, Bloque Quirúrgico y URPA y Urgencias.
El inicio del traslado de los primeros servicios incluidos en esta fase (Diagnóstico por la Imagen y Laboratorios) está previsto que se lleve a cabo entre el 12 y el 23 de abril. Igualmente, y con una cadencia de más o menos una semana, se irá produciendo el traslado de todas las áreas mencionadas con anterioridad, finalizando la segunda fase en la semana del 24 de mayo al 4 de junio, con el traslado de las Urgencias.
Oficina de Gestión del Traslado
El consejero de Sanidad ha señalado que debido a la complejidad del proceso, y con el objetivo de asegurar la calidad, eficacia, participación y consenso en el desarrollo del traslado, se ha creado la Oficina de Gestión del Traslado, que se encargará, entre otras cuestiones, de establecer estrategias de actuación, así como dirigir, supervisar y coordinar la realización y desarrollo de los trabajos y planificar las actuaciones en el desarrollo del proceso de traslado.
De esta oficina forma parte el equipo directivo del Complejo Hospitalario Universitario de Toledo, así como del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha y de la Oficina de Seguimiento de la Concesión.
Cuatro equipos
Por otra parte, ha recordado que ya se han constituido cuatro grupos de trabajo integrados por profesionales sanitarios y no sanitarios del hospital, y que centrarán su cometido en el diseño de Circuitos, traslado de Servicios Asistenciales, Servicios no Asistenciales y Mudanza. Se estima que en estos grupos de trabajo llegarán a participar más de un centenar de profesionales.
El titular de Sanidad ha explicado que a la hora de diseñar este plan de traslado se han tenido en cuenta tres requisitos fundamentales. En primer lugar, garantizar los servicios, es decir, mantener la actividad del hospital durante el proceso de traslado, de otra parte, garantizar la prestación adecuada durante la puesta en funcionamiento del nuevo hospital y, por último, optimizar los recursos involucrados en el traslado, minimizando la duplicación.
Evitar más trabajo para los profesionales
Con todo ello, se busca minimizar el impacto sobre los profesionales, evitando en la medida de lo posible que las labores organizativas y logísticas del traslado interfieran en la labor asistencial y supongan una sobrecarga de trabajo adicional.
También se ha diseñado pensando en minimizar el impacto sobre los pacientes, reduciendo al máximo el tiempo de convivencia de ambos hospitales y al mínimo el número de pacientes hospitalizados a trasladar, preservando la seguridad clínica de los pacientes en todo el proceso. Además, se hará especial énfasis en una difusión adecuada del traslado e inicio de la actividad en el nuevo hospital.