• “Hay que saber tranquilizar al paciente con la mirada”

    La doctora María Ángeles Ortega Encinas, radióloga, defiende que la sanidad pública tenga la última tecnología y los profesionales mejor formados, pero anoche también inisistía, mientras recogía el reconocimiento de la ciudad de Albacete, en esa humanización de la que tanto se habla. “Acompañar, repetir una y otra vez: no te va a doler”. Hay detalles, fundamentales, que no requieren ni esfuerzo ni inversión.

    Ortega Encinas

    “Acompañar, repetir una y otra vez: no te va a doler”

    Con la canción de Resistiré, cantada a coro por un Auditorio Municipal repleto, daba comienzo la gala de Reconocidas 2020, en la que se hacía visible la trayectoria de siete mujeres, en distintas áreas, elegidas por el Consejo Municipal de la Mujer y el Consejo de Mayores.

    Emocionada, la radióloga María Ángeles Ortega Encinas, ha hablado de como muchas mujeres tienen que hacerse valer en un mundo de hombres, tal y como ella hizo en el ámbito de la radiología de mama. Ya jubilada, ha invitado a las mujeres a que “no establezcan límites, nadie como nosotras aglutinando esfuerzo y emociones, puede trabajar para conseguir una sociedad más plena e igualitaria”, ha dicho la doctora Ortega Encinas, quien ha subrayado que tan importante es aportar valores profesionales como humanos, “hay que tener el mejor mamógrafo o dedicar tiempo a estudiar, pero también hay que saber tranquilizar con la mirada a un paciente, acompañar, repetir una y otra vez: no te va a doler”.

    Apoyo al cáncer de mama

    Doctora jubilada y ex responsable de la unidad de radiología y mama del Hospital Perpetuo Socorro, María Angeles Ortega Encinas ha sido reconocida a propuesta del Consejo de Mayores. Mostraba su satisfacción porque este reconocimiento que le llega al final de su vida laboral haya surgido de sus pacientes y ha confiado en poder seguir apoyando a las mujeres con cáncer de mama aunque ya no esté activa en su profesión.

    Reconocidas 2020

    En esta ocasión las reconocidas han sido Clara Sáinz de Baranda Andújar, investigadora y doctora por la Universidad Carlos II de Madrid en el área de Investigación; Pilar Martínez Cuervas-Mons, en el área de Solidaridad y Voluntariado; María García Morcillo, en el ámbito de Cultura y Medios de Comunicación; el equipo femenino del Club Triatlón Albacete, representado por su capitana, Pilar Ramírez; Luisa María Gómez Garrido, magistrada presidenta de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha; María Angeles Ortega Encina, radióloga jubilada, fue jefa de la Unidad de Radiología y Mama del Hospital Perpetuo Socorro, y la Asociación de Viudas de Albacete, que preside Ascensión Cuenca, y que ese año cumple su 50 aniversario.

    “Cuando no se cuestione vuestro ascenso (…)”

    Tras llamar a todas ellas al escenario, el concejal de Igualdad y Participación, Manuel Martínez, que ha ejercido de maestro de ceremonias en este acto, ha querido dar la relevancia debida a las mujeres haciendo que aquellas que ocupan cargos públicos se pusieran en pie. “Cuando no se cuestione vuestro ascenso, cuando no se os cuestione el tiempo que dedicáis al servicio público, cuando no se os cuestione por vuestro aspecto físico y cuando, después de todo eso, os reconozcáis a vosotras mismas como mujeres con poder, solo en ese momento, estaremos hablando de verdadera igualdad”.

    “Se hace justicia”

    El acto ha sido clausurado por el alcalde, quien junto al vicealcalde, Emilio Sáez, ha entregado su reconocimiento a la Asociación de Viudas. El regidor municipal ha comenzado su intervención haciendo un guiño a las mujeres cuchilleras, no en vano, la imagen de Amparo Fernández vendiendo navajas ha presidido todo este acto. “Es solo un gesto, pero dice mucho. Hoy las mujeres dirigen empresas de cuchillería, sin ir más lejos APRECU tiene una presidenta, y no es porque acaben de llegar a este sector. Siempre han estado ahí, pero nunca han sido visibles, afortunadamente hoy sí. Se hace justicia”, ha proclamado Casañ.

    Hemeroteca:

    Aún falta que las mujeres creamos en nosotras

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