
Antonio Manzanares cuenta en primera persona el día a día de los pacientes del Sescam con las ambulancias, un servicio con múltiples deficiencias.
¿De verdad que no hay entre los administradores de la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha nadie que pueda sacarle los colores a esta gente de las ambulancias del Sescam? ¿Para qué sirve tener a García-Page en la Presidencia de la Región y a todos sus acólitos o consejeros si no ponen orden en el despropósito de los gobernantes que tratan mal a sus gobernados?
Hace dos días me tocó ir en un asiento de una ambulancia, la de matrícula 0804 HSW, al que le faltaba el reposabrazos del lado derecho. A pesar del cinturón de seguridad estuve a punto de caer en varias curvas, tanto es así que tuve que llamar la atención del conductor y pedirle que las tomara más despacio o yo iba a terminar en el suelo.
¡Ay, también lo que están sufriendo los honrados y pacientes conductores de las ambulancias, y lo que están padeciendo con los abusos a que son sometidos por sus jefes!
Llamada la atención del conductor contestó que él lo sentía -¡Ay, también lo que están sufriendo los honrados y pacientes conductores de las ambulancias, y lo que están padeciendo con los abusos a que son sometidos por sus jefes!- y que no podía hacer otra cosa que conducir la ambulancia que le asignaran.
Pensad en los pacientes
¿Se puede ser más desidiosos y más carentes de vergüenza por parte de los que administran ese servicios de ambulancias y pensar que los enfermos de diálisis ya aguantan todo con lo que les quieran fastidiar? Y quien dice los enfermos de diálisis inclúyanse a todos los enfermos en general.
¿De verdad de la buena que en Castilla-La Mancha hay tanta carencia de vergüenza, y hay tanto político inútil?