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Neumólogos y nefrólogos advierten de dificultades para asumir el sobrecoste de la diálisis domiciliaria o las terapias respiratorias
Hay un porcentaje de enfermos, en su mayoría pacientes de Neumología y de Nefrología, a los que el recibo de la luz les pesa más que al resto de la población. Obligados a conectarse a una máquina para sobrevivir, hay quien no puede asumir recibos de más de 200 euros mensuales.
- Los pacientes respiratorios crónicos son víctimas de la pobreza energética. El incumplimiento terapéutico por motivo socioeconómico está poco reconocido en las guías clínicas. Entretanto, su estigma, bajo amenaza de suspensión de una terapia necesaria para su supervivencia, “puede ser el punto final para muchos de nuestros pacientes”. Así se puede comprobar en la revista ‘Archivos de Bronconeumología‘.
Las terapias respiratorias también necesitan electricidad
Cada vez es más frecuente ver en las consultas a pacientes que tienen que elegir entre conectarse al oxígeno o encender la calefacción. Pero el problema de la escalada de precios no se ve únicamente en los servicios de Neumología, en Nefrología los pacientes también tienen problemas para asumir la diálisis domiciliaria.
Un servicio público de salud como el de Castilla-La Mancha (Sescam) se ahorra 20.000 euros anuales por paciente con la diálisis peritoneal. Este tratamiento permite que el enfermo se dialice en su casa, por la noche, con una máquina que hace las funciones de sus malogrados riñones. El problema surge cuando llega el coste para el enfermo. Tiene que asumir las ocho horas de conexión de la máquina más el funcionamiento de un calentador de bolsas que debe permanecer encendido todo el día. Sin embargo, el gasto de agua y de luz lo asume el paciente.
“La única ayuda con la que cuenta el paciente en diálisis peritoneal domiciliaria son 40 céntimos al día”
“La única ayuda con la que cuentan, de 40 céntimos al día, es insuficiente, lo que lleva a los pacientes a renunciar a la diálisis peritoneal domiciliaria y pasarse a la hemodiálisis, lo que supone perder independencia y calidad de vida”, advierte el nefrólogo Agustín Ortega.
El hecho de pagar el funcionamiento de dos máquinas, el sobreesfuerzo en los recibos de luz y agua, más la subida generalizada de todo, lleva a los pacientes con ingresos bajos a renunciar a la diálisis peritoneal. Así, en lugar de dializarse por la noche, los enfermos asumen el periplo de ambulancias y las horas de tratamiento que conlleva la hemodiálisis, ya sea en el hospital o en un centro concertado.
Este dilema también se da con los pacientes de Neumología. El oxígeno, aunque sea portátil, necesita conectarse a la corriente eléctrica, como los dispositivos de ventilación mecánica o las CEPAP, el aparato que evita las apneas.
“Se te cae el alma a los pies cuando ves facturas de más de 200 euros”
En este sentido, el Dr Raúl Godoy, presidente de la Sociedad Castellano Manchega de Patología Respiratoria (SOCAMPAR), explicaba también a Diario Sanitario que “se te cae el alma a los pies cuando ves facturas de más de 200 euros”.
Alcer advierte de la factura psicológica
Y a la situación económica, que siempre pasa más factura a los enfermos, tanto por los tratamientos como por las dificultades para trabajar, se suma la Salud Mental. El presidente de Alcer en Albacete, Antonio Escribano, considera que todos los pacientes necesitan apoyo económico. Pero insiste en que no se debe obviar la factura psicológica. Los enfermos también pagan el hecho de vivir con la espada de Damocles desde que empezó la pandemia.
