• Los pacientes ‘invisibles’ a las estadísticas

    Informáticos del Sescam insisten en que el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha ha recurrido a una empresa externa para crear un buzón de pacientes que computa en las listas de espera. Dicho listado ‘paralelo’, que no deja de crecer, lo gestiona un robot que está incurriendo en múltiples errores.

    Solidaridad Obrera explica cómo funciona la estrategia para maquillar las listas de espera del Sescam y sacar a pacientes de las estadísticas.

    Solidaridad Obrera explica cómo funciona la estrategia para maquillar las listas de espera del Sescam sacando a pacientes de las estadísticas

    En nombre de los informáticos del Sescam, el sindicato Solidaridad Obrera ha recabado información para aclarar la ‘letra pequeña’ de lo que considera una estrategia para maquillar las listas de espera que acabará por dejar a los pacientes de primera consulta en un buzón que no compute en las estadísticas.

    El famoso robot que cita sin orden ni concierto responde a un nuevo mecanismo de citas de primera consulta que se ha implementado en el Sescam. Se va a ir instalando en todas las Gerencias «del Sescam y «que a nuestro parecer busca un objetivo poco claro y que podría tener algo que ver con el maquillaje de las estadísticas de la lista de espera para consultas externas», insiste el sindicato.

    La Ley 3/2014, de 21 de julio de garantía de la atención sanitaria y del ejercicio de la libre elección en las prestaciones del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha establece tiempos máximos de atención al paciente, además todos los servicios sanitarios del Sistema Nacional de Salud deben mandar estadísticas al Ministerio de Sanidad para tener datos de cómo es de eficiente la atención sanitaria en cada comunidad.

    Las estadísticas que se envían desde el Sescam se obtienen a través de una aplicación llamada Montesinos que para ello extrae información de las citas de pacientes en otra aplicación, Mambrino XXI. Este software extrae así todas las estadísticas que se necesiten enviar, incluyendo todas aquellas primeras citas que se hayan dado a más de 90 días para especialistas (consultas externas) que vienen normalmente solicitadas desde médicos de cabecera (primaria) o desde otros especialistas (especializada). Esta aplicación la mantiene una empresa externa llamada Accenture.

    El buzón no deja de crecer

    Al personal propio informático del Sescam se les pide primero que modifiquen Mambrino para que no pueda dar citas a más de 90 días para la prestación «Consulta Primera». Esas citas por lo tanto quedan esperando en un buzón que ya existía desde que existe esa aplicación. A este buzón solían ir las pocas citas que no encontraban ningún hueco ni siquiera a más de 90 días y era posteriormente tratado por personal administrativo de los servicios de citación. Ahora este buzón está creciendo de manera exponencial. El resultado es que es prácticamente imposible que algún paciente se vaya con cita para una primera consulta de un centro sanitario cuando se la solicitan.

    Privatización de los servicios de informática

    Lo segundo que se hace es hablar con la empresa privada que lleva el desarrollo de Montesinos para que programe un nuevo proceso automatizado que se ejecuta todas las noches y que vaya cogiendo esas citas que se están guardando en el buzón paralelo y busque huecos para dar citas y siempre a menos de 90 días. «No se entiende tampoco porque ese desarrollo no es realizado por los propios trabajadores del Sescam o a lo sumo por otra empresa que se encarga de la aplicación Mambrino llamada CGM y que tienen más experiencia en este aplicativo. Este es uno de los peligros de la privatización que venimos denunciando desde 2019 en los servicios de informática de todo el Sescam», subraya Solidaridad Obrera.

    El efecto que se consigue con estas dos medidas es que «jamás van a existir citas a más de 90 días para ‘Consulta Primera’. Si no existen citas a más de 90 días para esa prestación, nunca va a haber estadísticas negativas que indiquen que hay demora a más de 90 días para primera consulta, ni se verán perjudicados las medias del tiempo de demora en general».

    Las consecuencias

    Las consecuencias de estos dos cambios son múltiples y potencialmente perjudiciales para los pacientes. Por un lado una persona puede permanecer semanas en ese buzón hasta que el proceso automático encuentre un hueco a menos de 90 días para primera consulta y mientras no estaría siendo contabilizado a efectos estadísticos.

    El robot y las confusiones

    Por otro lado, el proceso automatizado origina problemas como por ejemplo que una persona adulta tenga cita para cardiología infantil (caso real). O por ejemplo que una persona con una dolencia de un hombro acabe en una agenda de pies, ya que la dirección no hizo caso a los expertos que advirtieron de que existen agendas monográficas para este tipo de dolencias.

    Así, Solidaridad Obrera aclara: «La ciudadanía paga las consecuencias de hacer cambios con prisas y saltarse los estamentos técnicos que representan los funcionarios estatutarios. Algo a lo que el Sescam nos tiene tristemente acostumbrados».

    Por qué ahora

    Por último, el sindicato lanza cuatro preguntas: ¿Por qué se pide algo así si no reporta beneficios y genera problemas, por qué se ejecuta tan rápido y evitando las advertencias de los técnicos? ¿Y por qué se prioriza la implantación del nuevo sistema sobre la corrección de los errores detectados? ¿Por qué justo ahora coincidiendo con la pre-campaña electoral?

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