• Pacto millonario para alimentar al Hospital de Villarrobledo

    El Hospital de Villarrobledo ha cerrado una de las mayores concesiones que todo centro hospitalario afronta cada cierto tiempo: el servicio de comidas a pacientes. No sólo es importante por el montante económico, millonario, y por el periodo de la concesión, cuatro años, sino también lo es porque la alimentación es clave para la recuperación de los pacientes. El contrato, de un valor estimado de 2,7 millones, se lo ha llevado Serunion SAU, al presentar la oferta económica más ventajosa.

    Todo está más que atado, tal y como se puede leer en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha y en el Perfil del Contratante. El Sescam marca precios orientativos tanto para los diferentes tipos de dieta como para los llamados alimentos extras. En este último caso, la licitación fijaba precios orientativos. Por ejemplo, para un zumo de un litro (0,54 euros), un bocadillo (0,63 euros), el bocadillo de jamón serrano (0,90), el yogur natural o de sabores (0,13), la leche entera o desnatada de un litro (0,51), un zumo de naranja natural (0,45), un bocadillo pequeño (pulga) de fiambre (0,34), las monodosis de aceite de oliva (0,06) y las de café (0,07).

    En el listado de precios de la concesión aparecen los 19 céntimos que costará cada unidad de natillas, los 32 céntimos del flan o los 10 céntimos del agua, pero quedan establecidos incluso los pesos, calibres y diámetros de los productos.

    Se fija la categoría de cada tipo de carne, se detalla cada pescado e incluso se establece el tamaño de los alimentos. Por ejemplo, el salchichón tiene que tener un diámetro mínimo de 40 centímetros; la cebolla, un calibre mínimo de entre 6 y 7’5 centímetros; el plátano, una longitud mínima de 16 centímetros, y la sandía, un peso medio aproximado de tres kilos.

    En la actualidad, el hospital cuenta con cinco cocineros, seis auxiliares de cocina y hasta cinco dietistas

    Existe un auténtico galimatías de dietas, desde blandas hasta trituradas, pasando por normales, astringentes, baja en grasas, líquidas o sin gluten y la cocina parece un pequeño caos ordenado con cámaras para los diferentes tipos de alimentos, separando congelados, pescados, carnes o verduras, y diferentes zonas segmentadas para la preparación de cada uno. Precisamente, la nueva concesión exige un nuevo tren de lavado para la cocina.

    En cuanto a las dietas, la normal, que se denomina basal, no debe exceder los 19,74 euros al día, incluyendo desayuno, comida, merienda y cena para el paciente; la líquida, 14,54 euros, y la terapéutica, los 17,90 euros.

    Unos 280 servicios de media, entre desayunos, comidas, meriendas y cenas, llegan a diario a los pacientes

    Desde que a las 7,30 de la mañana se empiezan a preparar los desayunos hasta las 23,00 de la noche, hora en la que se recogen las últimas bandejas de la cena y se limpia la cocina, la actividad entre los fogones del Hospital General de Villarrobledo no cesa.