• Para mí, humanizar es retomar el trato digno

    Humanizar para mí es retomar el trato digno hacia los pacientes. Haciendo uso de la empatía, del lenguaje verbal y no verbal, observando las reacciones emocionales que se desencadenan. Y actuando para mitigar aquellas que sean negativas. (En un centro sanitario éstas se suceden constantemente).

    Humanizar es ver pacientes, no cuerpos de los que las pruebas aportan datos. Conozco demasiados casos así, incluso de profesionales jóvenes o muy jóvenes. Y eso es triste.

    Humanizar se hacía y ha hecho en la medicina tradicional, de ahí la aparición del “arte de curar”. Siempre ha existido ese “cirujano o médico que parece o es más cuidadoso”. En todos los sentidos de la palabra.

    Conozco la cantidad ingente de equipos a los que los profesionales debéis atender y cómo dificulta en muchas ocasiones esta labor.

    Pero nunca la mejora si no hay una formación en tecnología que os ayude a manejar con soltura e implementar las capacidades de esos equipos con el cuidado, con la cercanía, con el trato igualitario.

    Es el reto que nos ponemos algunos de los técnicos de electromedicina: Humanizar la tecnología para derrumbar esas barreras y construir puentes con sus propios “escombros”. Convertir la medicina tradicional en medicina tecnológica eficiente, puesto que un único error puede paralizar equipos como la RMN, y el mantenimiento correctivo de estos equipos es cuanto ni menos complicado.

    Tristemente siempre habrá médicos que cuando acuden a consulta solo vean cuerpos, y quienes vean pacientes, personas enfermas, con necesidades fisipatológicas y emocionales.

    Los primeros por mucha tecnología que tengan alrededor seguirán con comportamientos apáticos, mientras que los segundos aún con escasez, (como ahora) irán conociendo a sus pacientes a lo largo de los años.

    Por otro lado, los docentes y técnicos de electromedicina somos quienes debemos ayudaros a humanizar o naturalizar la tecnología como es debido. Puesto que se ha impuesto una vertiente errónea para toda la sociedad. Y ésta ha sido naturalizada sin poner ningún aspecto en entredicho.

    Recuerden que antes arreglabamos todo, ahora simplemente lo sustituimos. Dejemos de seguir la vertiente que nos lleva a esta situación: el tan conocido: “Comprar, usar, tirar”.

    No sirve para el cuidado del paciente.

    Juan Alberto Toledo Blázquez. Docente de Formación Profesional y técnico de Electromedicina.