• Cuando la parálisis cerebral ‘te da alas’

    José Andrés Carmona Escarda no tiene ‘ni un pelo’ de tonto, pero en más de una ocasión tiene que que ‘despejar’ las incógnitas de quienes juzgan sin saber ni conocer. Simplemente, nació con una parálisis cerebral que le obliga a moverse en una silla de ruedas. Por lo demás, con 29 años, tiene las mismas aspiraciones que cualquier joven de su edad, como que le den una oportunidad en el mundo laboral para independizarse.

    La parálisis cerebral no frena al joven José Andrés Carmona Escarda, que se forma con el sueño de ser diseñador gráfico

    La formación no es un problema en España, pero la inserción laboral sigue siendo un escalón que en el caso de la discapacidad se sitúa más alto que para el resto de la población. Desde que empezara en Madrid en un colegio de educación especial hasta que llegara a Albacete, José Andrés ha dedicado más de media vida a formarse. Ahora lo que quiere es trabajar y ganarse su independencia.

    Este madrileño, enamorado de Albacete, reconoce que “mi discapacidad me frena a la hora de relacionarme normalmente con la gente, pero me da alas para controlar mi propia vida”. Y es que no se lo pensó dos veces cuando decidió dar el salto de la capital de España hasta El Nueva York de La Mancha para continuar con su formación e independizarse. De hecho, cuando termine de estudiar en el Centro de Recuperación de Minusválidos Físicos (CRMF) de Albacete, donde está interno, le gustaría quedarse en esta ciudad, en un piso tutelado.

    Extrovertido, la parálisis cerebral, con la que nació, forma parte de él pero sin restarle un ápice de optimismo. Así, aunque confía en la ciencia, tampoco vive pensando en un avance médico que le permita caminar, algo que ve muy complicado a corto plazo.

    Un joven como cualquiera

    José Andrés se limita a convivir con la parálisis cerebral que le acompaña desde siempre. Además, muy activo en las redes sociales, está ayudando sin darse cuenta a normalizar su discapacidad, ya que sube imágenes en las que demuestra que es como cualquier joven, que le gusta viajar, hacer senderismo, salir de compras y de fiesta, que estudia y aspira a dedicarse al diseño gráfico. También es bromista y, aunque un hombre maduro, algo queda de niño en él, ya que se confiesa fan de Harry Potter, que sigue siendo su película favorita.

    En las imágenes superiores, algunos de los trabajos de diseño gráfico. En las fotografía inferiores, momentos cotidianos que José Andrés comparte en Facebook.

    “La vida es demasiado corta para desperdiciarla”

    La barrera que más le cuesta sortear a este joven es la de la comunicación, pero Diario Sanitario ha podido entrevistarlo gracias a wasap. Este periódico lo descubrió en Facebook, donde explica a sus amigos que él es “siempre positivo :)”, que hay que ser feliz porque “la vida es demasiado corta para desperdiciarla”. En la playa, de fiesta, de excursión o de traje y corbata, es en las redes sociales donde la silla de ruedas descubre esa parálisis cerebral pero también el sinfín de habilidades con las que José Andrés podría dar el salto al mercado laboral. 

    Hemeroteca

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