• Los pediatras desmontan el temido corte de digestión

    No tiene sentido tener al niño entre dos y tres horas sin bañarse porque acabe de comer. Los pediatras lo tienen claro, el corte de digestión no existe. Y la negativa a la histórica prohibición no surge de cualquiera sino de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap). El problema puede surgir cuando el menor, muy acalorado, se tire de golpe al agua fría, ya que es entonces cuando puede sufrir el síndrome de hidrocución, que poco o nada tiene que ver con la digestión.

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    Los pediatras niegan el corte de digestión pero advierten del síndrome de hidrocución.

    Accidentes en coches y piscinas, quemaduras, picaduras de insectos, reacciones alérgicas o golpes de calor. La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) advierte de cómo se debe actuar en verano con los niños.

    No obstante, la doctora María Jesús Esparza Olcina, miembro de la directiva de la AEPap, recuerda que el conocido como ‘corte de digestión’ es en realidad una hidrocución. Se produce cuando hay un choque de temperaturas entre el cuerpo (caliente) y el agua (fría)».

    ¿Por qué niegan los pediatras el corte de digestión?

    «Si se produce este choque se puede ralentizar de forma refleja la frecuencia cardiaca y puede haber pérdida de conocimiento e incluso paro cardíaco y, por lo tanto, ahogamiento. Esto no tiene nada que ver con la digestión», insiste la Dra Esparza, aunque reconoce que tras las comidas muy copiosas, es más probable que ocurra.

    «Podría ser peor si en esa espera el niño está jugando al sol y luego se tira de golpe al agua»

    No obstante, es raro que un niño haga comidas copiosas en verano, por lo que la prohibición del baño en las dos o tres horas después de comer, a su juicio, no tiene sentido. Sobre todo, si el agua no está especialmente fría. «Podría ser peor si en esa espera el niño está jugando al sol y luego se tira de golpe al agua», añadió.

    Piscinas

    En España, las piscinas privadas aún no están sometidas a normas obligatorias, y en las comunitarias éstas varían en función de comunidades autónomas y ayuntamientos. Por ello, la AEPap destaca la necesidad de extremar las precauciones en estos espacios y, en general, en todas las actividades acuáticas y al aire libre.

    «El riesgo es mayor en momentos de confusión. Por ejemplo, al llegar a un hotel con piscina, en cumpleaños que se celebran en torno a una piscina. En estas situaciones, puede ser una buena idea hacer turnos entre los adultos para vigilar a los niños», apunta la Dra Esparza.

    Las recomendaciones para evitar ahogamientos en menores pasan por no dejarlos nunca sin vigilancia, aunque sepan nadar

    Las recomendaciones para evitar ahogamientos en menores pasan por no dejarlos nunca sin vigilancia, aunque sepan nadar, ya que pueden surgir problemas «imprevistos» mientras están en el agua. Además, la pediatra aconseja no dejar a los niños pequeños al cuidado de niños mayores, porque pueden despistarse y perderle de vista.

    Playa

    En cuanto a la playa, la Dra Esparza aconseja seguir las indicaciones de los vigilantes y no bañarse cuando dicen que las condiciones del mar no lo permiten.

    Por otra parte, la pediatra destaca la necesidad de emplear protección solar en todas las actividades al aire libre, así como prevenir el golpe de calor haciendo que los menores beban agua con frecuencia y evitando que realicen ejercicio físico en condiciones extremas de calor.

    Picaduras

    Para las medusas, se recomienda lavar la herida, sin restregar, con agua salada

    Asimismo, Esparza avisa sobre las picaduras de insectos, arácnidos o animales marinos. En el primer caso, se pueden prevenir aplicando repelentes en la piel o la ropa, especialmente los que contienen dietiltoluamida; y respecto a los segundos, como las medusas, se recomienda lavar la herida, sin frotar, con agua salada o suero fisiológico y retirar restos.

    Seguridad vial

    Además de las recomendaciones para las actividades al aire libre, los pediatras de Atención Primaria recuerdan la necesidad de tomar también medidas preventivas de cara a los viajes en verano.

    En primer lugar, en los trayectos por carretera. En estos casos, no sólo es básico emplear sistemas de retención (sillitas y cinturones) para menores de todas las edades, sino también utilizarlos correctamente. «Son una de las medidas de prevención que más vidas salvan y las familias, en general, están concienciadas sobre la necesidad de su uso. Sin embargo, no siempre están adaptadas de forma adecuada a la edad y tamaño del niño», señalo la doctora.

    Sistemas de retención

    En este sentido, recorda que está demostrado que de los sistemas de retención infantil, es más seguro el 0 que el 1, el 1 que el 2 y el 2 que el 3. Por ello, se recomienda mantener al niño en el sistema anterior mientras se pueda.

    «Lo que muchos padres desconocen es que se recomienda que los niños viajen en el sentido contrario a la marcha mientras la longitud de sus piernas lo permita. También, que todos los menores que midan menos de 135 centímetros han de viajar en los asientos traseros y usar un dispositivo homologado adaptado a su talla y peso. Si miden entre 135 y 150 centímetros podrán usar indistintamente el dispositivo de retención o el cinturón de seguridad para adultos. En los viajes por carretera, además, es recomendable tener una buena ventilación en el coche y evitar el humo del tabaco. Y, por supuesto, en ningún momento dejar a un niño solo en un coche».

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