• Los pediatras piden menos pantallas frente a la obesidad

    La obesidad es un hecho entre los niños, pero los pediatras apuntan directamente a las pantallas, que fomentan el sedentarismo, así como son la puerta de entrada a unos alimentos que se disfrazan de saludables sin serlo.

    La obesidad es un hecho entre los niños, pero los pediatras apuntan directamente a las pantallas, que fomentan el sedentarismo.
    El deporte al aire libre es una buena opción para prevenir la obesidad.

    Superar las dos horas al día delante de las pantallas conlleva obesidad, aislamiento, depresión y conductas adictivas

    La obesidad es la enfermedad crónica más prevalente en la infancia y adolescencia en España. Se estima que uno de cada tres niños presenta sobrepeso u obesidad y, a pesar de los planes preventivos y el esfuerzo individual de los pediatras, parece que estas cifras no acaban de mejorar.

    Según los resultados preliminares del Estudio PASOS 22, la prevalencia de obesidad ha disminuido desde 2019 solo medio punto porcentual, “manteniéndose en proporciones inaceptables” para los pediatras.

    Con motivo del Día Europeo contra la Obesidad, que se celebra cada año el tercer sábado de mayo, el Comité de Nutrición y Lactancia Materna (CNYLM) y el Comité de Promoción de la Salud (CPS) de la Asociación Española de Pediatría (AEP) advierten de que la grasa corporal en las edades tempranas de la vida se asocia a hipercolesterolemia, hipertensión o diabetes tipo 2, patologías con grandes repercusiones para la salud a corto, medio y largo plazo y que son, a día de hoy, la principal causa de morbilidad y de mortalidad en el mundo.

    Más del 60% de los niños pasan más de dos horas al día frente a una pantalla

    Un nuevo factor de riesgo de obesidad que está despuntando en los últimos tiempos es el uso inadecuado de las pantallas. “Aunque un uso saludable de los dispositivos digitales tiene importantes beneficios -permite una mejor comunicación, acceso a información ilimitada de calidad, entretenimiento, aprendizaje, etc.-, su uso no adecuado también se ha visto relacionado con sedentarismo, incremento de la ingesta de alimentos no saludables, mayor riesgo de obesidad, aislamiento, depresión y conductas adictivas”, advierte el doctor Julio Álvarez Pitti, coordinador del Comité de Promoción de la Salud de la Asociación Española de Pediatría (CPS-AEP).

    Por estas razones, la OMS no recomienda para niños y adolescentes una exposición superior a dos horas al día a estos dispositivos. 

    A más horas de pantalla, mayor ganancia de peso

    • Existe evidencia de que a mayor número de horas de pantallas y en particular ante la TV, mayor ganancia de peso. Esta revisión no encuentra una relación clara entre el uso de pantallas y la disminución de actividad física. Sin embargo, en otros estudios, sí se observa que los adolescentes menos activos pasan más tiempo delante de las pantallas. 
    • Donde parece que existe mayor consenso es la asociación entre la exposición a las pantallas (especialmente la televisión) y el incremento en la ingesta de alimentos y una dieta menos saludable. Ver la televisión puede suprimir las señales de saciedad y, además, la exposición a la publicidad de alimentos no saludables que llega a los niños a través de las pantallas, favorece su consumo.

    La publicidad engañosa también influye negativamente

    Entre los factores más importantes que influyen en la aparición y el mantenimiento de malos hábitos de alimentación están la accesibilidad y publicidad de los productos alimentarios poco saludables. Algo que en el caso de los niños y adolescentes es especialmente trascendente, pues constituyen una población vulnerable.

    El atractivo del producto en sí, sobre todo en el caso de alimentos poco saludables, se destaca mediante reclamos nutricionales que resaltan su capacidad de proporcionar salud, energía o nutrientes específicos saludables, amparándose generalmente en una característica particular y desligándolo del valor nutricional del producto en su conjunto.

    “La lucha contra la obesidad infantil debe ser una labor de todos: el niño con obesidad y las 4 P (Padres, Pediatras, Profesores y Políticos), pero también de la comunidad, la industria, las ONGs y los medios de comunicación”, concluyen desde la Asociación Española de Pediatría.

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