• Peligros y falta de respeto en hospitales y centros

    El Autor

    Vicente Calatayud

    Neurocirujano

    Una vez más vamos con retraso, nuestra capacidad de reacción es lenta y solo cuando los hechos son lo suficientemente graves como ahora, para que salten todas las alarmas, reaccionamos, pero esto durará unos días, después formará parte de las hemerotecas, videotecas y algo más que queda en las redes sociales hasta la próxima vez que ocurra. Me estoy refiriendo al triste suceso del médico agredido en Camarena.

    Que cada vez son más frecuentes las agresiones al personal sanitario, no hay que decirlo, tanto médicos como el resto del personal hemos dejado de tener el respeto de la sociedad acorde con el grado de responsabilidad de nuestra profesión. Alfonso Guerra lo consiguió. En un mitin en 1982, organizado por el denominado “clan de la tortilla”, Alfonso Guerra utilizó su destacado lenguaje sarcástico y dijo: “No descansaré hasta conseguir que el médico lleve alpargatas”.

    Lo consiguió, hemos pasado de ser el doctor a chico, oiga, chica si se trata de “medicas” que dirían ahora, tú, oye… la sociedad ha dejado de ver al médico como alguien que trata de poner la vida de los pacientes en orden cuando está ha dejado de funcionar correctamente, ya sea física o mentalmente.

    Pero esto no es nuevo, va de la mano de la educación de nuestra sociedad, y como dice el juez Calatayud: “La buena educación es una anciana enferma que sube al ascensor lleno del hospital y dice: “Dios les bendiga”.

    Tanto médicos como el resto del personal hemos dejado de tener el respeto de la sociedad acorde con el grado de responsabilidad de nuestra profesión

    Desde el fatídico día de la agresión no ha dejado de haber minutos de silencio, manifestaciones en los centros de salud, manifestaciones de las autoridades, condolencias a los familiares, pero ¿realmente por parte de la administración hay intención de poner los medios para cambiar esta situación?

    Recuerdo cuando llegué en 1991 a Albacete, todavía territorio del Insalud, la entrada en las habitaciones estaba restringida, las horas de visita a los enfermos eran controladas. Llegaron las transferencias y entrada libre, sin horas, sin control, como un día de puertas abiertas permanente, eso es lo que son nuestros hospitales, no hay control, ni quién, ni cuándo ni cómo entra el personal, el usuario, los familiares, los hijos, los niños pequeños, no importa el momento en el que se encuentre el personal sanitario en su trabajo, cambios de pacientes, lavado de pacientes encamados, cambio de curas, cambio de medicación, pase de visita, cambio de turno, mañas, tardes noches… qué más da, ellos tienen ese derecho que les otorgan nuestro gestores, esos que no sufren el acoso diario, esos que sin haber estado jamás en un hospital a pie de cama, a pie de quirófano a pie de urgencias, lavando culos, heridas, tomado pulsos, corriendo porque el paciente se pone crítico, porque hay que bajarlo corriendo a quirófano, a UCI, pero ¡mala suerte! el ascensor está colapsado, los usuarios están ejerciendo su derecho a cualquier hora en el hospital.

    Llegaron las transferencias y entrada libre a los hospitales, sin horas, sin control, como un día de puertas abiertas permanente

    En mi opinión, y la ejerzo libremente, está de moda, confundimos lo esencial con lo accesorio, confundimos el respeto a la intimidad del trabajador y del paciente con el derecho de meter las narices de los usuarios donde no les corresponde, pero ellos son los que dan los votos, ningún partido ni PSOE ni PP en sus respectivas épocas de mandato, cambiaron las normas, y supongo que ahora con la humanización de la medicina mucho menos, a pesar de que el paciente lo que quiere y necesita es tranquilidad reposo, y ser tratado lo más rápido y más eficazmente posible.

    Que más humano es tener buenos medios diagnósticos, una tecnología punta tecnológicamente, instalaciones adecuadas a las patologías que tratamos.

    Confundimos el respeto a la intimidad del trabajador y del paciente con el derecho de meter las narices de los usuarios donde no les corresponde

    ¡Qué lejos estamos de todo eso, y que lejos seguiremos estando!

    El próximo 22 de junio el consejero de Sanidad Jesús Fernández Sanz y en su nombre el gerente del Área Integrada de  Albacete, en el salón de actos del edificio antigua Fábrica de Harinas, tienen una nueva jornada de trabajo para analizar el Plan Funcional del nuevo Hospital de Albacete.

    Creía que este tema estaba resuelto, no había nuevo hospital, se remodelaba, se ampliaba, se modificaba, pero sin fecha, todo en futuro, haremos, planificaremos, plantearemos… En fin, hace un año que dejé el hospital, y para una muestra un botón ¿Dónde está la RMN prometida? Se discute el día 22 su emplazamiento, no está nada claro y por eso no ha llegado.

    Seguimos dando vueltas a las promesas de 2008

    Confío que de esta reunión salgan cosas concretas y realmente se lleven a efecto, nuestro actual gerente tiene experiencia en estas lides desde 2008, pero seguimos en las mismas promesas, promesas que nunca ven sus hechos, confío que vea algo de todo ello, como a nuestro actual director médico antes de que vuelvan a sus puestos de trabajo originales, al igual que a la actual dirección de enfermería, el tiempo pasa muy rápido.

    Hay en marcha unos cuantos hospitales, Puertollano, Cuenca, Albacete, Toledo… tendrá el ejecutivo dinero para todos o es solamente época preelectoral, como en aquel entonces cuando García Page prometía ese nuevo hospital con todas las especialidades para que los albaceteños no se fueran a la medicina privada de Cospedal.  Hay que reconocer que ahora Pedro Sánchez está de presidente, quizás esta Feria se pasee con él y haya puesto en marcha para entonces de una vez el plan funcional, pero lo dudo y si hiciéramos una porra seguro que ganaba.

    Confió que alguna vez algún partido político o coalición de partidos piense que los hospitales son un lugar de trabajo, donde la gente no puede campar a sus anchas, de igual forma que no lo hace en el palacio de justicia, en la diputación, en los colegios, institutos o en el senado.

    El enfermo requiere tranquilidad además de buenos medios de diagnóstico y técnicas de tratamiento, los profesionales ya los tiene, mejores imposible.