• ¿Quién se acuerda de los pacientes de Salud Mental?

    Un teléfono móvil pegado a la pared con esparadrapo. Así era la tecnología con la que atendían a los pacientes agudos de Salud Mental en el Hospital Perpetuo Socorro de Albacete. Pero, gracias a EPIS Solidarios y la Peña Andrés Iniesta, la pequeña pantalla de un móvil ha dado paso a una televisión de 65 pulgadas que acaban de entregar al centro sanitario.

    Peña Andrés Iniesta
    Representantes de la Peña Andrés Iniesta y de EPIS Solidarios en el momento de la entrega de la televisión.

    EPIS Solidarios y la Peña Andrés Iniesta cambian un móvil pegado con un esparadrapo por una televisión de 65 pulgadas

    EPIS Solidarios y la Peña Andrés Iniesta han trabajado sin descanso durante las peores semanas de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus, pero, ahora que el COVID ha dado una tregua, ambas organizaciones no sólo no se han dado un respiro sino que han contestado a la petición de la Unidad de Agudos de Salud Mental.

    Esta televisión permitirá que los pacientes ingresados y los profesionales sanitarios que los traten cuenten con un arma terapéutica que los aleje de un tratamiento centrado únicamente en fuertes medicaciones. Podrán tener actividades programadas, como cinefórum, tertulias de grupo, sesiones de relajación, gimnasia, tutoriales sobre cocina, manualidades, comentar noticias o acontecimientos para estar en contacto con la vida en el exterior, así como diferentes actividades de ocio y entretenimiento que contribuirán a la mejora y estabilización de la salud mental de estos pacientes.

    Desde la Unidad de Agudos pedían, sin éxito hasta ahora, una televisión para hacer la estancia más placentera, para que los pacientes fortalecieran su sistema psicomotor y reforzaran la comunicación con los demás y también con el personal.

    Así, a partir de ahora, pacientes de Salud Mental con depresiones, trastorno bipolar o esquizofrenia podrán recuperarse con un recurso que frene su aislamiento y acelere su regreso a la vida normal. Y es que nadie está a salvo de un problema puntual de Salud Mental, que, tratado a tiempo, en lugar de cronificarse puede quedar en un ingreso puntual.

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