Las rutas de senderismo de la Diputación de Albacete nos llevan a Peñascosa, en busca de los árboles singulares’. Se trata un recorrido circular, de 15 kilómetros de distancia, con una dificultad técnica media y unas cinco horas de duración.
✔Fotografías: Luis Sánchez Vizcaíno
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La ruta transcurre por las tres zonas de acampada y refugios forestales conocidos como “Los campamentos de Peñascosa”, enlazándolos con un recorrido por algunos árboles que, por diversas circunstancias, se consideran como singulares.
Pasaban un poco de las nueve de la mañana, con algo de fresco cuando desde el parking, arrancarían por la cañada de Bogarra. Llegaron al primero de los árboles singulares, el Pino Espatarrao, pinus nigra de varios pies que se abren de forma caprichosa.
Les recibiría el alcalde de Peñascosa, Pedro Rodríguez, acompañado por Miguel Ángel Copete y Ángel Pretel. Los tres les acompañarían y guiarían durante todo el recorrido.
Calixto
Continuarían por pista un tramo. Tras abandonarla, junto a uno de los refugios, giraron a la izquierda para coger una senda con gran desnivel, rodeados de gran vegetación, con arbustos de espino blanco, rosal silvestre, endrino, junto a encinas, coscojas, robles quejigos, que serían tres de las especies de Quercus que les irían acompañando durante prácticamente toda la ruta, hasta llegar al segundo de los árboles destacados.
Se trata del pino blanco Calixto, un majestuoso árbol, alto, recto y grueso que recibe el nombre del forestal que lo indultó de una tala. No muy lejos de allí encontraría el pino Tirachinas, no hay más que ver lo caprichoso de su forma de sus ramas para entender de dónde le viene el nombre.
Pino Cucaña
Cogerían entonces el camino que asciende hasta el alto del Coronillas, pasando cerca del Pino Cucaña, ya que recuerda a este tradicional juego. Aunque durante el rato que llevaban caminado el sol aparecía y desaparecía, ya en el ascenso la niebla hizo acto de presencia e impidió disfrutar de las fantásticas vistas que desde la cima de este pico, con casi 1.500 metros de altitud se pueden contemplar, como de la Sierra de Alcaraz y partes de la llanura manchega y de la Sierra del Segura.
Carrasca de la Centella
Comenzarían el descenso por sendas y caminos, y encontrando, para el disfrute de los senderistas, gran cantidad de níscalos, así hasta llegar a otra de las zonas de acampada, el campamento del Mal Paso, desde donde se accede al Collado de la Centella, y barranco de Caballería. Ya con sol y calor visitaron la Carrasca de la Centella, una centenaria encina abatida en parte por un rayo a día de hoy sobrevive, aunque muy maltrecha. Descendiendo, ya junto a la carretera, pudieron disfrutar del fantástico Roble Gordo de Caballería en la Cañada de los campamentos de Malpaso, un roble salvado de la tala que en la zona se realizaban para hacer carbón vegetal.
Pino-Roble
Un poco más adelante descubrieron el árbol singular más conocido del municipio, el Pino-Roble, símbolo de Peñascosa. Se trata de un pino centenario nacido en el interior de un roble centenario, del que apenas queda una pequeña parte.
Ya de regreso pasarían por Portelano y su vega, donde se ubica su antigua plaza de tientas construida en piedra, en la que aún se conserva el ruedo con su estribo también de piedra y los corrales y chiqueros.