
El Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud ha aprobado este viernes en Toledo el Plan de Acción de Salud Mental 2025-2027, un proyecto elaborado con la participación de las comunidades autónomas, sociedades científicas, asociaciones profesionales, de usuarios y familiares, así como expertos y personas con experiencia en la materia.

Así, el Plan de Acción de Salud Mental 2025-2027 se articula en torno a ocho líneas estratégicas:
Refuerzo de recursos humanos en salud mental
Esta línea aborda la necesidad de aumentar el número de profesionales en salud mental, mejorar sus condiciones laborales, garantizar su disponibilidad y retener el talento. Para ello, se contemplan acciones como: planificar la oferta de profesionales, impulsar el acceso a la psicoterapia y promover el reconocimiento de la especialidad en Psicología Clínica de la Infancia y la Adolescencia.
También se va a promover el apoyo mutuo entre pares, la inclusión en tareas asistenciales de personas con experiencia propia en salud mental que puedan ofrecer su conocimiento en tareas de apoyo psicológico. Las comunidades autónomas, por su parte, deberán elaborar informes que evalúen las necesidades de equipos multidisciplinares en salud mental en todos los ámbitos asistenciales.
Salud mental comunitaria y alternativas a la institucionalización
Se diseñará un plan para reforzar la salud mental comunitaria y se actualizará la cartera de servicios de salud mental. Se promoverá la prescripción social y se empoderará a las personas con problemas de salud mental, proporcionando información sobre sus derechos y los recursos disponibles. Para asegurar una atención integral, se establecerán mecanismos de coordinación con otros servicios como atención primaria, servicios sociales y judiciales.
El plan contempla el desarrollo y refuerzo de los servicios de atención comunitaria especialmente dirigidos a la vida autónoma para los pacientes más graves, y el fomento de alternativas a la hospitalización, como la atención domiciliaria, la hospitalización abierta y las casas de crisis.
Se apoyarán programas para mantener la vivienda autónoma o para transitar de una institución a una vivienda con apoyos. Para una atención accesible se impulsará la reforma de los servicios de urgencias en salud mental y se fomentará la integración de la red de atención a las adicciones con los servicios de salud mental. También se fomentarán programas de prevención de adicciones basados en la evidencia.
Modelo de atención orientado a los derechos humanos, humanización y lucha contra el estigma
El plan se compromete con la defensa de los derechos humanos y la autonomía de las personas con problemas de salud mental. Para ello, se impulsarán alternativas a la contención mecánica, fomentando el uso de modelos que limiten su uso al mínimo y promuevan la desescalada en situaciones de crisis. Se trabajará para reducir las intervenciones involuntarias mediante la estandarización del registro y control de procedimientos coercitivos y se impulsará su vigilancia y registro.
Se incentivará que las personas con problemas de salud mental puedan realizar una planificación anticipada de decisiones, incluyendo el documento de voluntades anticipadas en las historias clínicas.
Uso racional de psicofármacos, calidad y seguridad en la prescripción
El plan tiene como objetivo asegurar una prescripción farmacológica de calidad, centrada en el paciente y sustentada en la evidencia científica. Para ello, se impulsarán campañas de sensibilización y se elaborará una Guía de Práctica Clínica sobre el uso adecuado de psicofármacos, así como la deprescripción de hipnosedantes y antidepresivos, cuando esté indicada. Esta guía será desarrollada por un equipo técnico independiente y estará basada en la mejor evidencia disponible. Se promoverá el consentimiento informado en el uso de los fármacos que se prescriban fuera de indicación de ficha técnica y se realizarán campañas dirigidas a la población para uso seguro de psicofármacos.
Abordaje de problemas de salud mental en contextos y colectivos de mayor vulnerabilidad
Se promoverán campañas de promoción de la salud mental y se mejorará la accesibilidad al sistema en colectivos como las personas mayores, migrantes, personas en situación de exclusión social y víctimas de violencia de género, entre otras.
Salud mental perinatal, de la infancia y de la adolescencia
El Plan de Acción de Salud Mental impulsará un grupo de trabajo de expertos en salud mental de la infancia y adolescencia y se promoverá la coordinación interdisciplinar. En el área de salud mental perinatal, se desarrollarán actuaciones preventivas y de promoción, y se crearán programas especializados para garantizar el derecho de las mujeres con problemas graves de salud mental a una maternidad saludable, además de impulsar alternativas a la hospitalización infanto-juvenil.
Potenciar los sistemas de información en salud mental
Para una mejor planificación y toma de decisiones, el Plan de Acción de Salud Mental busca mejorar los sistemas de información en salud mental. Se promoverá la vigilancia epidemiológica en salud mental, a través de un registro, y se fomentará la actualización de indicadores en esta área.
Salud mental y trabajo
Se elaborará una guía para identificar problemas de salud mental relacionados con el trabajo, facilitando la vigilancia de la salud mental de los trabajadores expuestos a riesgos psicosociales y el reconocimiento de estos problemas. Se prestará especial atención a los profesionales sanitarios, un colectivo especialmente vulnerable, para quienes se desarrollarán programas de prevención y atención específicos.