Los recortes en la anterior crisis, afectaron y mucho, a los médicos en las convocatorias de plazas, para la formación de especialistas, por el sistema de residencia (MIR, FIR, QUIR, BIR, PIR y RDIR). Fue un grave error del gobierno de Zapatero, que inició los recortes en la convocatoria 2010/2011, continuados por el gobierno de Rajoy en la convocatoria 2012/2013 y siguientes.
Hace nueve años comenzaron a rectificar
Hace nueve años se dieron cuenta del error y comenzaron a rectificar, pero muy tarde, el incremento de plazas comenzó con el presidente Rajoy en la convocatoria 2015/2016 y siguientes que ha continuado el gobierno Sánchez desde la convocatoria 2018/2019.
La realidad se ha impuesto, ahora nos faltan médicos de varias especialidades para ocupar las plazas que quedan vacantes, por el importante número de jubilaciones que se están produciendo y, sin embargo, paradójicamente tenemos una bolsa de unos 2.000 médicos sin especialidad que, acabaron la facultad hace años y no han obtenido plaza en el MIR, aunque por otro lado quedan plazas vacantes de Medicina de Familia para especializarse.
La pregunta es ¿se podían conocer las necesidades en estos años por las jubilaciones? Pues sí que se podía saber, con solo ver los datos que cada año publica el INE, sobre médicos colegiados.
Los 70.992 médicos con edad de 45 a 54 años en el año 2009, pasados ocho o diez años ya tendrían entre 55 y 64 y llegarían a edad de jubilación, los activos de 55 y más años no han hecho más que crecer hasta el año 2020, pasando de 44.862 en 2009 (20,5%) a 80.720 en el año 2020 (29,22%). Y ahora comienzan a descender levemente, pues en 2023 eran 79.818 (26,5%) y seguirán descendiendo en el futuro.
Más médicos colegiados que nunca, pero jubilados
Ahora en España hay más médicos colegiados que nunca, pero el aumento ha sido fundamentalmente entre los jubilados y menos en los médicos activos, que han pasado de 202.118 en 2009 a 246.400 en 2023. Hay que tener en cuenta que más de la mitad de este crecimiento de médicos activos, se corresponde con los menores de 35 años que han pasado de 40.013 en 2009 (18,3%) a 64.560 en 2023 (21,4%), de los cuales aproximadamente unos 33.000 son MIR que, se están formando y serán especialistas en los próximos años.
Entre 2009/10 y 2014/15, Medicina sufría drásticos recortes, perdía 843 plazas comenzando los recortes en las convocatorias 2010-2011 y 2011-2012 del gobierno del presidente Zapatero y continuando en las convocatorias siguientes, con el gobierno del presidente Rajoy que, comenzó a incrementar las plazas desde la convocatoria 2015-2016, incremento que ha continuado el gobierno del presidente Sánchez desde la convocatoria 2018-2019, pero como hemos dicho antes, los incrementos han llegado muy tarde.
Las diferencias desde la convocatoria de 2014-2015, en números absolutos es Medicina la que tiene un mayor incremento, con 3.051 plazas.
Le siguieron Enfermería (1.221), Psicología (147), Farmacia (132), Biología (33), Física (21) y Química (10).
Sin embargo, en porcentaje es Enfermería (128,53%) la que ha tenido un mayor incremento, seguida de Psicología (115,75%), Biología (110%), Física 70%), Química (66,67%), Farmacia (60%) y en último lugar Medicina (51,23%).
Incremento de plazas MIR, EIR, FIR, QUIR, BIR, PIR y RDIR
Las diferencias desde la pasada convocatoria, podemos comprobar que en números absolutos es Medicina la que tiene un mayor incremento con 235 plazas seguida de Enfermería (63), Psicología (27), Farmacia (12), Física (6) y pierden plazas Química (2) y Biología (2). En porcentaje es Psicología (10,93%) la que ha tenido un mayor incremento, seguida de Física (6,25%), Farmacia (3,53%), Enfermería (2,99%) y Medicina con el 2,68%, sin embargo, pierden Química (-7,41%) y Biología (3,08%).
Por CC AA desde 2014-2015, Andalucía es la que ha aumentado el mayor número de plazas, con 814 plazas más que en la convocatoria 2014- 2015, seguida por Cataluña (766), Comunidad de Madrid (461), Comunidad Valenciana (390) y Castilla y León (326) y el resto se puede consultar fácilmente en la tabla del informe, igual que lo incrementos porcentuales.
En el curso 2023-2024 han comenzado a estudiar primero de medicina 9.063 alumnos y varios algunos más en el curso 2024-2025. Si todo va bien, en el año 2034 o 2035, con una media de edad de 29 o 30 años la gran mayoría podrán ser médicos especialistas, en esos años las jubilaciones de médicos serán muchas menos, unas 5.000 cuando ahora son unas 8.000 ¿tendrán opción a un puesto de trabajo en España? ¿emigrarán?
El error
En los próximos años seguirá el incremento de nuevos ingresos en las Facultades de Medicina, sin duda es un grave error, en España hay médicos suficientes, faltan médicos de algunas especialidades durante unos años más, pero pasados nueve-once años, el número de jubilaciones serán muchas menos que en estos años y de nuevo nos podemos encontrar con miles de Médicos parados para trabajar unos meses en verano, por horas, por días, de lunes a viernes, por meses… acaso es eso lo que se pretende con tantas Facultades de Medicina y tantos nuevos Médicos.
La clave
Resumiendo y a la vez advirtiendo de nuevo, al Ministerio y las CCAA, necesitamos de forma urgente, una planificación responsable a medio y largo plazo, con datos actualizados por especialidad y edad, plazas vacantes y necesidades de incremento de plantilla, que evite problemas como los actuales, ahora faltan médicos de algunas especialidades y hay unos dos mil médicos jóvenes sin conseguir acceder a una plaza MIR de su elección, pero repetimos, cuando pasen nueve-once años, podemos volver a tener miles de Médicos Especialistas parados, para trabajar dos meses al año o a emigrar para encontrar trabajo.
Es necesario y muy urgente mejorar la estabilidad y las condiciones laborales, profesionales, retributivas y cargas de trabajo para hacer atractivo ejercer de médico en España, con una actuación prioritaria, urgente y decidida en Atención Primaria y en los centros de difícil cobertura y aislamiento de la España vaciada.
Otro punto de vista.
EL MEDICO-CENTRISMO HACE INVIABLE NUESTRA SANIDAD.
Solo desde una visión interesada, torticera y corporativa se puede afirmar que faltan médicos en nuestro país. No ver la artificialidad de muchas listas de espera y demoras asistenciales, propiciadas desde la sanidad pública para mantener y desarrollar los chiringuitos sanitarios privados, supone un grado de miopía inaceptable.
Pero aunque fuera cierto lo de la falta de galenos -que no lo es-, la sociedad debería preguntarse del porqué de infinidad de consultas, pruebas e intervenciones médicas, totalmente innecesarias a que se somete a muchos pacientes. Situaciones clínicas que se deberían resolver con una única intervención del médico, se estiran, para mí, de forma indecente, para propiciar un peregrinaje por cinco o seis consultas distintas. De esta forma se potencian las diferentes taifas (ámbitos de poder ilimitado) que representan las excesivas e inadecuadas líneas de especialización que se consienten a los médicos. Considero que tales especialidades son desproporcionadas, pues lejos de redundar en una mejor atención al paciente, persiguen la jerarquización y creación de ámbitos de poder. Y ello supone dinero en la nómina.
A esto hay que unir el inapropiado grado de seis años de duración que goza el médico, propio de la Edad Media, pero no de nuestros días. Digo esto, pensando que hoy, intentar abarcar la totalidad de conocimientos de cualquier Ciencia de la Salud, no solo de la medicina, es algo imposible. Pero, a la vez, algo totalmente innecesario, dado las infinitas líneas de especialización que se permite a los galenos.
Yo me pregunto por qué no aplican a su profesión las mismas “medicinas” que imponen a otros colectivos clínicos. Porque una cosa esta muy clara, de forma no menos inadmisible y miserable, se permite que el grupo médico gestione y administre, prácticamente al cien por cien, nuestro sistema sanitario. O lo que es lo mismo, su ámbito competencial y el del resto de profesiones del sector.
¿Se imaginan si España estuviera en los últimos lugares en dotación de médicos con respecto a las naciones occidentales?, ¿Si se les obligara a contar con seis o siete especialidades, como máximo, o simplemente, no tuvieran ninguna?, ¿Si no pudieran emplear una terminología profesional propia en los documentos clínicos, o simplemente se les impidiera poder generar tales informes?, ¿Si se ejerciera un mínimo control sobre su rendimiento laboral?, ¿Si se examinara el improcedente empleo de medios y recursos que fomentan?
En fin, trasladar a la sociedad ideas falsas e interesadas sobre nuestra sanidad, resulta muy fácil para algunos miembros de la esfera médica. Sobre todo, teniendo en cuenta que en la mayoría de los medios de comunicación donde llevan a cabo tal propaganda, no se permite que otras opiniones y puntos de vista puedan replicarles.
En el caso de la opinión sindicalista anterior, podemos adornar con absurdas estadísticas el engaño. Pero lo cierto, es que España cuenta con un número adecuado de médicos, los cuales son incapaces de abordar un reajuste de plantilla en las diferentes especialidades, pues la atención que recibe el paciente, para muchos de ellos, es lo que menos importa. Sus inmemoriales e innumerables prebendas y privilegios, propios de otros tiempos, es su obsesión.
Por mucho que les pese a algunos galenos, ellos no son el centro del sistema sanitario, sino el paciente. En torno a este último, ha de girar la gestión y administración de los recursos y medios destinados a la sanidad. Todo lo que no vaya en tal sentido, contribuye a hacer inviable la asistencia clínica, a enviciarla y degradarla.