«Somos los mismos que antes de la pandemia, pero más agotados»
La quinta ola del coronavirus, de adolescentes y veinteañeros, corre como la pólvora hacia Atención Primaria. Y es que si bien la parte negativa es que la incidencia se desborda por momentos, la positiva es que los hospitales se mantienen bajo control. Así, con vacaciones, vacunaciones, test, PCR, rastreo, seguimientos de pacientes COVID y la atención cotidiana, los centros de salud de Castilla-La Mancha piden refuerzos.
Así lo advierten la vocal de Atención Primaria del Colegio de Médicos de Albacete, Carmen Somoza, y su homóloga del Colegio de Enfermería, Carmina Torrente. Y es que la plantilla de médicos sigue igual y la de enfermería ha crecido, pero para la vigilancia epidemiológica, por lo que Torrente considera que no hay refuerzo sino nuevos servicios. «Somos los mismos que antes de la pandemia, pero más agotados» , resume la Dra Somoza.
El caso es que un personal sanitario agotado física y psicológicamente se encuentra ahora con que tiene que asumir una quinta ola del COVID junto con las vacaciones y bajas de sus compañeros. Desde la crisis de 2008, no se cubren las vacaciones, lo que convierte los veranos en los centros de salud en un encaje de bolillos.
«Asumimos una burocracia infinita»
«Asumimos una burocracia infinita, desde recetas y visados hasta informes para la Ley de Dependencia, mientras tratamos a nuestros pacientes crónicos, a los de los compañeros que están de baja y vacaciones, junto al seguimiento de los casos de coronavirus», explica Carmen Somoza.
En este sentido, la Dra Somoza ha puntualizado que, por fortuna y de momento, los nuevos casos, incluso con neumonías, se están resolviendo gracias al seguimiento del médico de Familia, sin necesidad de ingreso hospitalario. La situación ha cambiado porque los contagiados de esta nueva ola suelen ser jóvenes con sintomatología leve. Además, ahora se recurre a tratamientos, como los corticoides, de los que se dudó en la primera embestida.
«Esto no se ha terminado»
También coinciden médico y enfermera en que en esta ocasión la detección de casos se complica porque la patología es más leve, de ahí que Carmina Torrente haya apelado a la prudencia. «Esto no se ha terminado», decía al tiempo que subrayaba que aunque haya habido más contrataciones en enfermería no han supuesto un refuerzo porque se han derivado a servicios que antes no existían, como la vigilancia epidemiológica o el rastreo de casos.
Con la segunda quincena de julio a la vuelta de la esquina, ambas profesionales consideran que los centros de salud necesitan refuerzos que cubran las bajas y vacaciones.