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Las prisiones de Castilla-La Mancha tienen en estos momentos a 37 funcionarios con coronavirus, once dados de alta y un fallecido. Entre los presos, solo hay casos en Herrera de La Mancha, donde hay cuatro internos que han dado positivo y uno que ya ha recibido el alta hospitalaria. Desde mediados de marzo, los presos no tienen contacto con el exterior, pero los médicos advierten que no se puede bajar la guardia, ya que un brote importante en una cárcel sería difícil de asumir en los hospitales del Sescam, debido a que un interno requiere una habitación de custodia y la presencia de la Policía Nacional y la Guardia Civil.
- Cuenca: un funcionario fallecido y dos positivos.
- Herrera de La Mancha: entre los internos, cuatro positivos y un alta hospitalaria. Seis funcionarios positivos y cuatro dados de alta.
- Alcázar de San Juan: tres funcionarios positivos y dos dados de alta.
- Ocaña 2: seis funcionarios positivos y cuatro altas.
- Ocaña 1: cinco funcionarios positivos.
- La Torrecica (Albacete): quince funcionarios positivos y un alta.
La falta de recursos sanitarios es un mal endémico en las cárceles españolas, por lo que el coronavirus ha sido la gota que ha colmado el vaso. El Dr Pedro Antonio Martínez Sánchez, facultativo de Ocaña II y representante de Sindicato Médico, ha explicado que, si bien de momento se contiene la propagación del coronavirus, el COVID-19 podría desencadenar una crisis equiparable a la de las residencias. Y es que un preso requiere un despliegue de medios, que podría desencadenar serios problemas en un hospital. Necesita a la Guardia Civil para el traslado y tanto a la Policía Nacional como una habitación de custodia hasta que llegue el alta hospitalaria.
En estos momentos, en las prisiones de la región no hay problemas en cuanto a material de protección. Además, los internos no pueden salir ni recibir visitas y los médicos han establecido un protocolo para extremar la higiene y el distanciamiento social en el día a día. No obstante, el problema sigue siendo la falta de personal, ya que ha trabajado sin descanso durante los dos últimos meses y cuando se tome un respiro dejará a los internos sin atención.
Se buscan médicos
En el mes de octubre, Sindicato Médico (CESM) advertía de la falta de personal sanitario en las cárceles de Castilla-La Mancha. De hecho, en enero se sacaron 21 plazas para interinos y sólo se cubrieron 6. Tal es la situación que ahora la oferta se ha subido a 40 plazas y ni siquiera se pide el MIR.
El efecto de ese escaso atractivo es que la plantilla de profesionales ha descendido en más de un 40% en los últimos tres años, pasando de los 411 médicos que había entonces a los 212 que hay actualmente en las prisiones españolas. A esta situación, hay que añadir que el 90% de los médicos tiene ya más de 50 años y el 35% está en condiciones de jubilarse.
