• Prisiones de la región se quedan sin médico en verano

    Las cárceles de Castilla-La Mancha están al límite en número de presos y en médicos para atenderlos. A pesar de que la población reclusa presenta problemas de adicciones, VIH y salud mental en mayor proporción que el resto, prisiones como la albaceteña de La Torrecica, Ocaña 1 o la de Alcázar de San Juan, sólo tienen un facultativo, que pierden en periodo vacacional. Así lo ha puesto de manifiesto Pedro Antonio Martínez Sánchez, vocal de médicos de prisiones del sindicato médico CESM.

    prisiones médicos
    Imagen: Pixabay

    Los facultativos advierten de una “insoportable carga asistencial”

    Y es que la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) ya ha transmitido al Ministerio del Interior “la insoportable carga asistencial a la que tienen que hacer frente los médicos de prisiones por la falta de profesionales”. CESM insiste en que los facultativos no pueden prestar a los presos una asistencia sanitaria “en condiciones de igualdad y equidad con el resto de la población española”.

    “En las cárceles realizamos mayoritariamente atención de urgencias. Es como si en un centro de salud no hubiera consultas, únicamente urgencias, y hubiera que esperar al infarto para atender a un cardiópata”, comenta a modo de ejemplo el doctor Pedro A. Martínez Sánchez, vocal de Médicos de Prisiones de CESM.

    Compromiso

    En la última reunión con representantes del Ministerio del Interior, los representantes de la Administración comentaron al Dr Martínez que habían valorado una serie de medidas “urgentes” otras  “a corto”, “medio” y “largo plazo, estando las urgentes pendientes del visto bueno de Hacienda para poder implementarlas y mejorar de forma rápida la situación de la atención en este periodo estival.

    La plantilla ha descendido más del 40% en los últimos 3 años

    Como ya hizo público el sindicato hace unos días, en el encuentro se expuso la voluntad de los médicos de prisiones de convocar una huelga indefinida hasta que el Gobierno se conciencie de la magnitud del problema, puesto que la plantilla ha descendido más del 40% en los últimos 3 años, a lo que hay que añadir que el 90% de los médicos tiene ya más de 50 años y el 35% está en condiciones de jubilarse en cualquier momento.

    Situación “explosiva”

    “La situación es pues explosiva”, comenta el vocal de CESM. “Hay un desfase cada vez mayor entre la demanda de atención que precisan los más de 51.000 reclusos que hay en las cárceles españolas y el número de médicos, que no quieren trabajar en el sector, entre otros motivos, porque sus salarios presentan una diferencia en su contra de casi 20.000 euros netos al año, sin guardias, respecto a un profesional que trabaje en Atención Primaria”.

    Martínez Sánchez recuerda que se ha llegado a esta situación porque, entre otras razones, no se está cumpliendo la Ley de Calidad y Cohesión de 2003, en la que se contempla la integración de la sanidad penitenciaria en los sistemas autonómicos de salud. Hoy sólo las comunidades de Cataluña y País Vasco tienen asumida esta competencia, mientras que en el resto del país el servicio sigue dependiendo orgánicamente del Ministerio del Interior.

    E insiste en que “nuestro objetivo es una sanidad penitenciaria de calidad que pueda cumplir los estándares de igualdad y equidad del resto del sistema sanitario público”.

    También le puede interesar:

    El ángel de presos y atletas

    Comentar

    Su dirección de correo electrónico no será publicada.Los campos necesarios están marcados *

    *