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En 2018, el 6,2% de los hogares de Castilla-La Mancha estaban expuestos a contaminación que podía generarles problemas de salud. La cifra bajó considerablemente en 2019, hasta el 1,5%. Pero de nuevo se dobló, hasta el 2,8% de los hogares bajo este problema en la región, que había en 2020. Así se recoge en la última encuesta sobre Calidad de Vida de los Hogares que acaba de publicar el Instituto Nacional de Estadística (INE), con datos regionales.
El informe analiza otros factores como, por ejemplo, cómo puede afectar la calidad de vida de los vecinos de Castilla-La Mancha la escasez o falta de luz natural en sus domicilios. Este es un problema al que se enfrentaban, en 2020, el 7,7% de los hogares de la región. Había aumentado desde el 3,8% de los hogares a los que afectaba en 2019. Y, además, este problema creció en el año del confinamiento domiciliario impuesto por la pandemia sanitaria.
Se trata de la cifra más alta de hogares con problemas por falta de luz natural, en los últimos cinco años, según los datos que recoge el INE.
Más ruido y menos salud con la pandemia del COVID
Con la pandemia del COVID también aumentó el número de hogares que sufría ruidos vecinales o del exterior. Un factor que, como recoge el informe del INE, también puede afectar a la salud y la calidad de vida de los moradores de las viviendas afectadas por ello.
En 2018, se estima que el 13% de los hogares de la región padecían este problema de ruido. La cifra bajó considerablemente en 2019, hasta el 4,8%. Y aumentó de manera exponencial en 2020, llegando a afectar al 11,8% de los hogares de Castilla-La Mancha, como indica el INE.
