• Propaganda en tiempos de coronavirus

    El personal sanitario llama y rompe a llorar; pide medios ante pacientes que se ahogan; faltan espacio y recursos para protegerse del COVID-19. Pero, mientras ellos, los de la primera línea, lanzan el SOS, sus dirigentes políticos recurren a la propaganda, diciendo una y otra vez que tienen planes, que van a hacer. Si las enfermeras de Urgencias se arman de valor para grabar un vídeo con lo que está pasando desde hace más de diez días, con el colapso del Hospital General Universitario de Albacete, a la maquinaria de propaganda le sobran medios y personal para distribuir el vídeo de un hospital idílico y vacío.

    Versión del Gobierno de Castilla-La Mancha.
    Versión del personal sanitario.

    ¿Es ético que con medios públicos se recurra a la propaganda en tiempos de coronavirus?

    Desde que empezó esta crisis sanitaria los espectadores, confinados en sus casas, están viendo dos realidades. Por un lado ven a sus políticos y gerentes diciendo que tienen camas y respiradores libres o que cantidades ingentes de material de protección y test están en camino. Y por otro lado, un médico, una enfermera, un técnico, un conductor de ambulancia, cualquiera graba un audio llorando ante situaciones dantescas. Piden ayuda, pero el eco sólo llega hasta amigos y vecinos, sus dirigentes políticos hacen oídos sordos.

    La oposición registra un escrito detrás de otro, los colegios profesionales están sorprendidos ante la inoperancia, pero a quién cree la población, quién va a solucionar esta situación.

    Proporcionalmente, Castilla-La Mancha es la región con más muertos por coronavirus, solo detrás de Madrid. Tiene brotes, reconocidos por su Gobierno, en 93 residencias de ancianos. Los que están en la primera línea dicen que llegamos tarde.Sin embargo, la propaganda insiste en que está todo bajo control. No hace falta llamar a la Unidad Militar de Emergencias. El coronavirus va a una velocidad y el Gobierno de Castilla-La Mancha a otra.

    Falta una pregunta por responder, qué prevalecerá, ¿la información o la propaganda? ¿La verdad o la mentira disfrazada? ¿Es ético que con medios públicos se recurra a la propaganda en tiempos de coronavirus?

    El Autor

    Dolores Carcelén 

    Periodista

    “Tenemos 672 camas y 157 respiradores libres”

    “Tenemos un escenario muy positivo”

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